Guaidó ve en la victoria de la oposición en Barinas el principio del fin del chavismo

Sergio Garrido, candidato de la Mesa de la Unidad Democrática, será el próximo gobernador en la cuna de Hugo Chávez

Freddy Superlano, del partido opositor Voluntad Popular, tras ganar las nuevas elecciones en Barinas Reuters

Ymarú Rojas

La oposición venezolana se ha quedado con uno de los bastiones históricos del chavismo y le ha dejado un sabor amargo a la familia de Hugo Chávez , tras gobernar Barinas durante más de dos décadas. El chavismo ha tenido que reconocer de una vez por todas su derrota en unas segundas elecciones organizadas en la entidad llanera, después de un ataque de soberbia que tuvo el 21 de noviembre cuando tampoco reconoció la victoria del candidato de la oposición, Freddy Superlano (37,60%), quien se alzó con la gobernación por un estrecho margen frente al candidato Argenis Chávez (37,20%), hermano del fallecido comandante.

El resultado oficial de este domingo del Consejo Nacional Electoral dio como ganador a Sergio Garrido , de 53 años, el abanderado por la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) con 172.497 de los votos emitidos (55,36%). Pero una hora antes de que el ente comicial revelara los datos finales, el candidato por el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Jorge Arreaza , anunció por su cuenta en Twitter su derrota. El exyerno de Hugo Chávez logró 128.583 votos (41,27%). Mientras tanto, Claudio Fermín , un tercer candidato de la Alianza Democrática –disidente del antichavismo y criticado por ser un divisionista de la oposición–, registró apenas 5.996 votos (1,77%).

El chavismo agotó todos sus recursos en estas elecciones que, por órdenes del Tribunal Supremo de Justicia, se repitieron el domingo y en las que volvió a perder, esta vez por más de 40.000 votos de diferencia. Este resultado, comparado con los escasos 620 votos por los que Argenis Chávez perdió frente a Freddy Superlano, ha sido un mensaje claro para la familia Chávez: aires de cambio.

Juan Guaidó se dirige a los periodistas tras el triunfo opositor en Barinas Reuters

Esa ha sido la lectura que le ha dado el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó , quien en un mensaje por su cuenta en Twitter, dijo «donde empezó, termina», refiriéndose a la dinastía chavista que comenzó hace 22 años cuando Chávez llegó a la presidencia en 1998 y su padre fue el primero de la familia en gobernar Barinas, un estado agropecuario, ubicado al suroeste de Venezuela. En las pasadas elecciones regionales de noviembre, la oposición se quedó con tres gobernaciones (Zulia, Nueva Esparta y Cojedes), y aunque no se quedó con la importante alcaldía de Caracas, al menos ahora saborea su victoria tras arrebatarle al chavismo el estado natal del fallecido presidente.

«Lo que queda claro es que si la oposición hubiese hecho la tarea el 21 de noviembre como la hizo el 9 de enero, los resultados de las elecciones pasadas hubiesen sido diferentes», opinó el analista político, José Vicente Carrasquero , en conversación con ABC. «Los abstencionistas no hablaron, hubo sectores de la oposición que habían estado separados y que se unieron a Sergio Garrido, y hubo correcciones a tiempo».

Más participación

La participación del domingo se situó en 51%, seis puntos por encima del 21 de noviembre en las que se registró 45,49%, según datos oficiales. Para Carrasquero, «desde el punto de vista científico y matemático es que a mayor participación menos probabilidades de que el chavismo gane. Y ayer hubo más participación de lo habitual. Eso evidenció realmente cuál es el número de personas que apoyan al chavismo en esa Estado».

De acuerdo con el analista político, el chavismo cometió dos errores en estas dos jornadas electorales: la primera, fue no reconocer la victoria de Superlano en noviembre; y el segundo error fue manipular el voto con la entrega de electrodomésticos, bolsas de comida y hasta surtir de gasolina las estaciones de servicio y la reaparición del gas doméstico. Con esto, «el chavismo demostró que sí tiene gas y gasolina para Barinas y para el resto del país pero que no quiere dársela a la gente», agregó Carrasquero. El experto también encontró otro problema: «Existe en Venezuela una creencia de una supuesta superioriad del chavismo, es decir, lo que le pasa o hace el chavismo lo hace con un plan milimétrico y no es así. Políticamente, el chavismo está afectado».

El chavismo digiere desde el domingo el mensaje que le dieron los habitantes de Barinas, que ya poco o nada creen en él. Arreaza, de 48, vivió en carne propia el desestímulo de los barineses que no lo apoyaron del todo durante su acto de campaña. Pero incluso, al chavismo parece haberle hecho más daño el discurso proferido por el exyerno de Chávez, en el que más de una vez criticó el mal estado en el que se encuentra la entidad y lanzó al aire promesas para recuperarla, un mensaje que parece haber escrito un opositor y no uno de las figuras cercanas a la familia Chávez. Quizás sus intenciones dejaron desconcertada a la familia del comandante.

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