Gendarmes patrullan los alrededores de la Torre Eiffel en París (Francia).
Gendarmes patrullan los alrededores de la Torre Eiffel en París (Francia). - Efe

Francia se blinda por Navidad tras los atentados del 13-N

Bélgica detuvo ayer a un nuevo sospechoso por la masacre que provocó la muerte de 130 personas en París

Madrid Actualizado: Guardar
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Francia se ha blindado por Nochebuena y Navidad para dar respuesta a la amenaza yihadista. El Ministerio de Interior de Francia ha decidido desplegar más de 48.000 policías adicionales en todo el territorio nacional, con especial atención a las fronteras, para garantizar la seguridad en estas fechas. Los agentes se centrarán sobre todo en « los lugares sensibles, como los centros de culto, las estaciones, los aeropuertos y las fronteras», explicó la Dirección General de la Policía Nacional.

Estas cifras no incluyen París y sus suburbios, ya que la seguridad de la región depende de la Prefectura de Policía de la capital francesa, que prefirió no revelar esta información. El ministro de Interior, Bernard Cazeneuve, anunció esta semana, tras reunirse con representantes de las comunidades cristiana, judía y musulmana, que «todo está preparado para que la seguridad esté garantizada» en estas fiestas.

Mientras tanto, la policía belga detuvo ayer a una persona inculpada de participar en los atentados de París que acabaron con la vida de 130 personas el pasado 13 de noviembre. Con este individuo ya son nueve los detenidos en el marco de esta investigación, informó la Fiscalía federal. Se trata de Abdoullah C., nacido en 1985 en Bélgica. Fue puesto bajo mandato de arresto, acusado de asesinatos terroristas y participación en las actividades de un grupo terrorista.

La fiscalía precisó que el detenido es sospechoso de haber mantenido contactos con Hasna Ait Boulahcen, la suicida de la operación antiterrorista de Saint Denis, y su primo, el supuesto cerebro de los atentados, Abdelhamid Abaaoud, abatido en la misma operación. Esos contactos habrían tenido lugar entre el 13 de noviembre, la fecha de los ataques, y el 18 de noviembre, cuando tuvo lugar la operación en Saint Denis. El sospechoso compareció ayer ante la fiscalía, que decidirá la prolongación eventual de su detención. El hombre fue arrestado a principios de esta semana, pero los fiscales no lo revelaron con el fin de no alertar a potenciales cómplices.

También prestó declaración ayer ante el fiscal otro sospechoso, Lazez A., en dependencias policiales desde el pasado 20 de noviembre e inculpado por participar en actividades terroristas y asesinatos por esta misma causa. Según declaraciones de sus abogados recogidas en el diario «Le Soir», la Fiscalía sospecha que Lazez A. habría desplazado a Abdeslam por Bruselas el 14 de noviembre o después, pero él lo niega.

La policía encontró dos armas y restos de sangre en la camioneta de este individuo, pero estos elementos «no tienen relación» con la fuga de Abdeslam, según los abogados.

Nuevas pistas

La justicia belga ha revelado más de cien contactos telefónicos entre un detenido, Ali Oulkadi, y los hermanos Brahim, quien se suicidó activando un cinturón de explosivos en el bulevar Voltaire, y Salah Abdeslam, antes de producirse la masacre. Oulkadi es el hombre que supuestamente condujo de los distritos de Laeken a Schaerbeek, el 14 de noviembre, a Salah Abdeslam, en busca y captura internacional por su presunta participación en los ataques.

En el traslado del presunto terrorista desde París a Bruselas están implicados otros dos detenidos, Hamza Attou, amigo de Abdeslam, y otro conocido, Mohamed Amri, que acudieron en la noche de los atentados desde el distrito bruselense de Molenbeek a la capital francesa para recogerlo en coche después de que les llamara pidiendo ayuda.

El rey Felipe de Bélgica pidió «tolerancia cero» contra el terrorismo, y pidió respeto a la diversidad cultural y religiosa, en un llamamiento a «no confundir a los descarriados con los que practican su religión desde el respeto de los valores universales de la humanidad».

«Confío en que estemos unidos, ciudadanos de un país abierto, donde la gran mayoría de compatriotas de origen extranjero han aprovechado las oportunidades que se les ha dado y comparten los valores de nuestro país. Son los hijos e hijas de este país», dijo el monarca belga en su tradicional discurso de Navidad.

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