Cómo una prueba de ADN ha demostrado, 20 años después, el asesinato de una madre y su hijo
El padre contó a sus familiares que su esposa y su hijo habían regresado a Corea del Sur
En septiembre de 1998 , un equipo de mantenimiento encontró los restos mortales de un niño de unos diez años cerca de una valla publicitaria de la carretera interestatal 85 de Mebane, Carolina del Norte (EEUU). Se pudo saber que murió estrangulado , pero era tal su grado de descomposición que el cuerpo quedó sin identificar . Ni siquiera se encontraron coincidencias en las bases de datos de niños desaparecidos, lo que dificultó la investigación.
Ahora, gracias a los últimos avances en tecnología de ADN, la Oficina del Sheriff del Condado de Orange ha logrado identificar a la víctima infantil: su nombre es Robert 'Bobby' Adam Whitt y nació el 7 de enero de 1988 en Michigan.
Pese a las complicaciones, los investigadores nunca abandonaron el caso. Se contrataron a expertos para realizar bosquejos y bustos del niño, con la idea de que alguien pudiera identificarlo, sin éxito. Pero un reciente avance en las bases de datos de ADN ha ayudado a que la doctora Bárbara Rae-Venter, mediante una comparación con el árbol genealógico del niño, pudiera verificar su identidad.
¿Y la madre?
Una vez puesto nombre y apellidos al denominado como « Boy Under the Billboard » («El niño bajo la valla publicitaria»), los investigadores determinaron que existía una gran posibilidad de que la madre del pequeño también hubiera sido asesinada durante ese mismo período de tiempo.
En mayo de 1998, meses antes de que se hallara el cuerpo de 'Bobby', el cuerpo sin vida de una mujer asiática aparecía en Spartanburg , Carolina del Sur. Había muerto por asfixia y presentaba marcas de haber sido atada. Sus restos no pudieron ser identificados. Además, su cuerpo había sido tirado en la carretera interestatal 85, la misma que la del pequeño, solo que a unos 320 kilómetros de distancia.
Tras darse cuenta de que cumplía con los criterios de búsqueda, los investigadores contactaron con la oficina del sheriff del Condado de Spartanburg para comparar el ADN de las víctimas. En ese momento se confirmó que los dos eran madre e hijo: Myoung Hwa Cho y Robert Adam Whitt.
La familia de Cho y Whitt había mostrado su preocupación por la desaparición de ambos, pero aseguran que fue el padre del niño el que les comunicó que tanto su esposa como su hijo « habían abandonado el país rumbo a Corea del Sur », la tierra natal de la madre.
Tras las pruebas aportadas, el padre, que está encarcelado a largo plazo en un centro federal por cargos no relacionados, ha confesado el doble asesinato . Se espera que en las próximas semanas se formalice la acusación.
