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Un clamor contra el machismo: el valor de ser mujer

No todos somos iguales, afortunadamente. No todos piensan como el eurodiputado polaco Janusz Korwin-Mikke, autor de una de las frases más infames -lo que tiene mucho mérito- de la historia del Parlamento de Estrasburgo, donde hace unos días dejó dicho que «las mujeres deben ganar menos que los hombres porque son más débiles, más pequeñas y menos inteligentes». Aquí, doce mujeres de diversas partes del mundo cuentan su experiencia en unos entornos laborales en los que aún pervive el machismo.

Raquel Gómez Delgado (43), Huelva. Inspectora de pesca

«La única manera de acabar con la desigualdad de género pasa por la educación en las escuelas y el compromiso de los medios de comunicación» - REUTERS

Maria Uvarovskaya (37), Moscú. Piloto

«Las mujeres tienen que hacer mucho más, por ellas mismas, para superar el problema de la desigualdad sexual» - REUTERS

Yuniko Chung (24), Taipei (Taiwán). Especialista en videojuegos

«Como comentarista de videojuegos, sé plantar cara a los hombres. No utilizo mi cara ni mi género como una ventaja en esta profesión» - REUTERS

Yolaina Chávez (31), Managua (Nicaragua). Bombera

«Al principio, mis compañeros pensaban que no sería capaz de trabajar a su nivel y rendir como ellos, pero no tardé en demostrar que puedo rendir como un hombre» - REUTERS

Julia Argunova (36), Almaty (Kazajistán). Monitora de montaña

«La fuerza física beneficia a los hombres en las rutas más duras, pero las mujeres somos más meticulosas y cerebrales, lo que resulta más positivo en la enseñanza» - REUTERS

Mery Lee (26), Niza (Francia). Soldado

«La paridad ya es un hecho en las Fuerzas Armadas. El uniforme está muy por encima del género sexual de cada soldado» - REUTERS

Catherine Reynolds (37), Londres (Reino unido). Investigadora

«La flexibilidad laboral es clave para permitir que hombres y mujeres se puedan tomar un respiro y sean capaces de desarrollar todo su potencial» - REUTERS

Serpil Cigdem (44), Estambul (Turquía). Maquinista

«La desigualdad de géneros empieza en nuestra propia cabeza, ya que solemos pensar que una determinada profesión es cosa de hombres» - REUTERS

Filipina Grace Ocol (40). Tubay (Filipinas). Conductora de pala

«Hay pocas mujeres que conduzcan tractores y palas, pero si un hombre puede hacerlo, ¿por qué no una mujer? Yo soy mejor que ellos» - REUTERS

Khawla Sheikh (54), Amán (Jordania). Fontanera

«A las amas de casa no les gusta la idea de que una fontanera trate con sus maridos. Cada mujer debe creer en sus posibilidades y habilidades para convencer a los demás» - REUTERS

Lejla Selimovic (34), Zenica (Bosnia). Restauradora de muebles

«De vez en cuando, mis clientes se sorprenden al comprobar que soy mujer, pero, en el fondo, su único interés es que el trabajo esté bien hecho» - REUTERS

Mehwish Ekhlaque (26), Karachi (Pakistán). Entrenadora de motociclismo

«Cuando me propuse organizar un tour motociclista en Pakistán, mis colegas me dijeron que no sería seguro ni fácil, pero lo hice» - REUTERS

Chrifa Nimri (69), Túnez. Pescadora

«Cuando empecé en la pesca todo el mundo me decía que era cosa de hombres, pero ahora todos mis compañeros de trabajo me respetan y me llaman capitana» - REUTERS

Phung Thi Hai (54), Hanoi (Vietnam). Transportista de ladrillos

«Es injusto que una mujer de 54 años como yo tenga que trabajar y cuidar a toda la familia, con el mismo trabajo los trabajadores varones obtienen mayores ingresos. No solo yo, todas las mujeres de la aldea trabajan muy duro sin educación, sin seguro y sin futuro». - REUTERS

 Ana María del Verdun Suarez (27), Montevideo (Uruguay). Policía.

«Más mujeres deberían poder tener trabajos que tradicionalmente eran considerados solo para hombres. Creo que la discriminación viene a veces de todos nosotros, viene de adentro. Ya hay muchas profesiones que eran exclusivamente masculinas y ahora son realizadas por mujeres» - REUTERS

Ana Maria Garcia (58), Ronda (Málaga). Cocinera en un colegio

«Las mujeres en algunas profesiones están protegidas, por ejemplo, en mi lugar de trabajo los hombres ayudan a las mujeres a mover las ollas grandes y pesadas con alimentos» - REUTERS

Samah Abdelaty (38), El Cairo (Egipto). Escritora y jefa de departamento en un periódico

«Sobre el tema de la igualdad de género, en mi campo no recuerdo ninguna discriminación contra mí en el campo del periodismo» - REUTERS

Deng Qiyan (47), Beijing (China). Decoradora

«A veces la desigualdad de género sucede, pero no podemos hacer nada al respecto, después de todo hay que digerir todas esas cosas infelices y seguir adelante» - REUTERS

Elizabeth Mamani (36), La Paz (Bolivia). Periodista radiofónica

«Cuando empecé en este trabajo, sentí discriminación (de funcionarios que controlaban el acceso de los miembros de la prensa a eventos). Para combatir la discriminación en esta profesión, nosotras, como mujeres, debemos sobresalir, debemos prepararnos en todos los campos» - REUTERS

Rocío Larranaga (53), Lima (Perú). Surfera y profesora de surf

«Soy la primera mujer en representar a mi país en competiciones nacionales e internacionales desde 1977. En 1995 me convertí en profesora de surf. Muchas mujeres surfean y son muy buenas. Espero que en el futuro las mujeres tengan la misma participación que los hombres en las competiciones profesionales». - REUTERS

Mado (34), Sao Paulo (Brasil). Artista

«Una vez una empresa no quería contratarme para pintar un mural porque decían que las mujeres no podían llevar el material de trabajo (cajas de pintura, escaleras)). Creo que estas cosas solo mejorarán si los hombres tratan a las mujeres por igual» - REUTERS

Jauna Díaz (43), México. Barrendera

«En mi anterior trabajo mi jefe daba preferencia a los hombres y a las mujeres siempre nos pagaban después» - REUTERS

Januka Shrestha (25), Kathmandu (Nepal). Conductora de tuk tuk

«No hay diferencia entre un vehículo conducido por una mujer y un hombre. A veces, en carretera, cuando ven que es una mujer la que conduce tratan de dominar la situación. La gente incluso ha usado lenguaje ofensivo contra mí. Cuando esto sucede me quedo callada y trabajo aún más duro para demostrar que somos tan capaces como los hombres» - REUTERS

Valerie Perron (53), Andernos (Francia). Cultivadora de ostras

«No hay que olvidar que son las mujeres, las madres, las que crían a los chicos. Corresponde, pues, a nosotras cambiar las mentalidades educando a los chicos desde pequeños en un espíritu de paridad e igualdad con la mujer. Debemos cambiar las mentalidades de la educación. Un niño puede jugar con muñecas y una niña con coches pequeños» - REUTERS

Ivonne Quintero, México. Chef

«Hay muchas limitaciones en la cocina por ser mujer. Tenía a dos hombres a mi cargo y no hacían lo que les pedía porque yo era una mujer» - REUTERS

Rosalina Dallago (52), Roma (Italia). Limpiabotas

«Mis clientes me ven como un profesional antes que como una mujer. Las madres deben inculcar un sentido de la igualdad de género en sus hijos» - REUTERS

Yanis Reina (30), Caracas (Venezuela). Trabajadora en gasolinera

«Sin duda, este es un trabajo inicialmente destinado a los hombres, porque tienes que estar parado en la calle durante todo el turno, es sucio, grasiento y siempre hay un fuerte olor a gasolina. Tengo que adaptar los pantalones de mi uniforme porque hay hombres y me hacen parecer rara, pero adoro mi trabajo. Mis clientes son como mis parientes, vienen aquí todos los días y conversamos un par de minutos mientras lleno el coche. Vienen todos los días porque se sienten más seguros de ser servidos por una mujer» - REUTERS

Laila Sterk (22), Hasaka (Siria). Soldado.

«Antes de convertirme en una soldado, sufría desigualdad en la sociedad, pero después de unirme, no me he encontrado con eso» - REUTERS

Paloma Granero (38), Madrid (España). Intructora de skydiving

«Los hombres no tienen que ponerse a prueba cada día como nos pasa a nosotras. Nos ponen a prueba cada día» - REUTERS

Aimee Pompa Bolivar (43), La Habana (Cuba). Bibliotecaria

«No veo diferencias de género en el trabajo. Aquí todas las bibliotecarias son mujeres» - REUTERS

Emilie Jeannin (37), Beurizot (Francia). Pastora

«Una vez no pude evitar reírme cuando un consejero agrícola me preguntó dónde estaba el jefe, cuando estaba frente a él. ¡Puedo asegurarles que la reunión se cortó muy rápido!» - REUTERS

Alice Temperley (41), Londres. Diseñadora de moda

«Afortunadamente, no me he tenido que enfrentar a las desigualdades de género en mi profesión» - REUTERS