Funeral en Estambul por dos de las víctimas del atentado terrorista del día 10 en Ankara
Funeral en Estambul por dos de las víctimas del atentado terrorista del día 10 en Ankara - EFE

El Gobierno turco señala al Estado Islámico como principal sospechoso del atentado de Ankara

El primer ministro, Ahmet Davutoglu, asegura que los terroristas quieren influir en las legislativas del 1 de noviembre

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En su primera entrevista desde el brutal atentado que estremeció a Turquía el pasado sábado, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, ha confirmado este lunes que el Estado Islámico (EI) es el primer sospechoso de la doble explosión que mató en Ankara a al menos 97 personas, de acuerdo con las últimas cifras oficiales, y desató la indignación popular contra el Gobierno.

Según Davutoglu el ataque fue llevado a cabo por dos terroristas suicidas, uno de los cuales podría ser identificado en breve. A pesar de ello explicó que el Gobierno turco se mantiene cauto y no descarta todavía a otros potenciales sospechosos como el Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK), o el grupo de ultraizquierda Frente Revolucionario por la Liberación del Pueblo (DHKP-C).

Para el político turco, detrás del ataque se halla un intento de influir en el resultado de las próximas elecciones parlamentarias del 1 de noviembre, unos comicios que ha garantizado que se celebrarán aunque algunos analistas consideran que el atentado podría significar el retraso de las votaciones. El primer ministro ha asegurado también que no se puede hablar de fallos en general en la seguridad y defendido la gestión de su gobierno.

Se investiga si uno de los autores era hermano de un extremista que murió en julio en otro atentado suicida

El periódico turco «Hurriyet» sostiene hoy que las autoridades estarían ahora comparando muestras de ADN de los terroristas suicidas con otras obtenidas de familiares de hasta 16 extremistas de los que se sospecha que podrían haber ejecutado el ataque. Se examina también la teoría de que el desaparecido hermano mayor de uno de los terroristas suicidas de Suruc, Abdurrahman Alagoz, un joven turco entrenado en Siria por el EI, podría estar implicado en la masacre del sábado.

Nadie se ha atribuido por el momento el atentado pero de acuerdo con el periódico existen además similitudes con la bomba suicida que mató en julio a 33 personas, muchos activistas kurdos, en la ciudad de Suruc, próxima a la frontera con Siria. «Hurriyet» asevera igualmente que el tipo de explosivo utilizado en Ankara y en Suruc, una carga de 10 kilos de TNT con bolas de acero, es el mismo e incluso el equipo forense que trabajó en Suruc se ha desplazado ahora a la capital turca.

El domingo, la policía detuvo a cuatro sospechosos de pertenencia al Estado Islámico en la ciudad de Adana, en el sur del país, sumando ya un total de 40 las personas detenidas en todo el país por vínculos con el EI. No está claro, sin embargo, que las detenciones tengan relación con la doble explosión de Ankara. Turquía acordó recientemente apoyar de forma más activa a Estados Unidos en su batalla contra los yihadistas, permitiendo a los americanos utilizar sus bases y llevando ellos mismos a cabo algunos ataques sobre el grupo radical.

Frágil seguridad

Entre una multitud de críticas el presidente Erdogan, quien todavía no ha aparecido en público, ha condenado por escrito el ominoso ataque como un intento de romper la unidad del país. El atentado se produce en un momento de fuerte presión política para el presidente a tres semanas de las elecciones. Su partido Justicia y Desarrollo (AKP) perdió en las pasadas votaciones del 7 de junio la mayoría absoluta que tenía desde hace 13 años y fracasó en su intento de formar un Ejecutivo de coalición. Las encuestas predicen ahora unos resultados similares al tiempo que la OSCE (Organización para la Seguridad y Cooperación Europea) advierte de que el deterioro en las condiciones de seguridad, especialmente en el sureste del país, así como los ataques a partidos políticos y a la libertad de prensa no convierten la situación en la más ideal para unas elecciones. En este sentido, el pro kurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP) ha manifestado hoy estar considerando la posibilidad de cancelar todos sus mítines por miedo a otro atentado.

La situación es tan tensa que este lunes un policía ha muerto en un ataque de milicianos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) contra un vehículo blindado en la provincia de Diyarbakir (sureste del país). El pasado sábado, 10 de octubre, el PKK anunció un cese de su actividad armada en Turquía a menos que fueran atacados.

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