Funeral de Saad Dawabsha, padre del bebé palestino asesinado, en Duma
Funeral de Saad Dawabsha, padre del bebé palestino asesinado, en Duma - efe

El miedo al terrorismo de los colonos judíos se apodera de Cisjordania

Al grito de «¡venganza!», el cortejo fúnebre del padre del bebé palestino asesinado cubrió los tres kilómetros que separan la mezquita del cementerio de Duma

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Cientos de personas dieron el último adiós a Saad Dawabsha en Duma. El joven de 32 años llevaba una semana en el hospital, pero finalmente falleció a causa de las graves quemaduras sufridas en el ataque ocurrido hace una semana. En ese mismo ataque murió también su hijo Ali, de 18 meses, y su esposa y otro hijo, de 4 años, permanecen ingresados «en estado crítico», según fuentes médicas. Al grito de «¡venganza!» el cortejo fúnebre cubrió los tres kilómetros que separan la mezquita del cementerio de este pueblo de apenas 3.000 habitantes.

En Duma, situado a 35 kilómetros de Jerusalén, nadie olvida a Saad y Ali y miran con odio hacia los vecinos asentamientos de Silo o Kida, de donde todos piensan que llegaron los asaltantes.

El Ejército controla ahora los accesos a la aldea palestina, «pero lo hace para proteger a los colonos de nuestra ira, nada más, hasta ahora no han sido capaces de detener a ninguno de los responsables del ataque», recuerda Hatem, que después de tres años y medio en Chipre estudiando Relaciones Internacionales ha regresado unos días a su aldea y se ha encontrado con una situación que nunca antes había ocurrido en Duma.

Hace una semana un grupo de desconocidos atacó con bombas incendiarias dos casas en la zona de Al Qudaba, cerca de los olivares, y en las paredes dejaron escrita en hebreo la palabra «venganza» junto a la Estrella de David. Ali Saab Dawabsha, de 18 meses, murió en el acto, su padre una semana más tarde y su madre y hermano luchan por sobrevivir a las quemaduras sufridas. Nasser, tío de la criatura, camina entre los escombros calcinados y reflexiona en voz alta, «¿cómo es posible que no hayan detenido a nadie hasta ahora? Si ellos quisieran de verdad, ya tendrían a los culpables encarcelados, pero no quieren, no quieren…».

La impotencia de la familia se mezcla con el miedo entre los vecinos a que la situación se pueda repetir. Duma se encuentra en la etiquetada como zona C de Cisjordania, que desde los Acuerdos de Oslo permanece bajo control militar exclusivo y control civil casi total de Israel (Oslo dividió Cisjordania en tres partes, sobre el papel el área A, bajo control civil y militar de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y el área B, bajo control civil de la ANP y control militar conjunto con Israel), por lo que los civiles palestinos de Duma dependen de unas fuerzas armadas que consideran enemigas. Organizaciones de derechos humanos como la israelí B’Tselem recuerdan que «no se trata de ataques aislados» y elevan a nueve el número de casas calcinadas en los últimos tres años. También son habituales los ataques a coches, la tala de olivos… El primer ministro, Benyamin Netanyahu, calificó de «terrorismo judío» el asesinato de Ali y prometió «mano dura», pero en los territorios ocupados nadie confía en sus palabras.

Comités populares

Sin armas y sin capacidad de obtener algún tipo de apoyo desde la Autoridad Nacional Palestina (ANP), los vecinos han organizado patrullas de civiles que cada noche vigilan los límites de la aldea, especialmente las zonas más próximas a los asentamientos. «Cada noche somos grupos de diez o quince personas, llevamos palos y linternas y si vemos algo extraño damos la señal de alarma de forma inmediata», relata Habib, encargado de organizar esta especie de comités populares que se reúnen al atardecer en la escuela, cuyo recinto también se ha convertido en el velatorio familiar del «mártir Ali». Habib sabe que se enfrentan a un enemigo «bien armado y protegido por todo un Ejército, pero al menos dando la voz de alarma esperamos prevenir nuevas agresiones, poco más podemos hacer».

Además de los comités populares, el joven Omar, trabajador de 23 años de la construcción para ganarse la vida, adicto a las redes sociales en su tiempo libre, ha creado la página de Facebook «Solidaridad con Ali» en la que «colgamos al instante toda la información sobre la situación de seguridad y las noticias que salen sobre el caso, la gente quiere saber quiénes están detrás del asesinato». Políticos, cooperantes, periodistas, diplomáticos… la caravana de visitantes es interminable en los últimos días, pero después de pasar unas horas en el pueblo regresan a sus lugares de origen y nada cambia en Duma. Ni en Duma, ni en el resto de Cisjordania donde, pese a las palabras de condena de la comunidad internacional, Israel expande unos asentamientos ilegales en los que ya habitan más de 350.000 colonos, a los que se suman los más de 200.000 que viven asentamientos situados en la parte este de Jerusalén.

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