Llegan a España los pasajeros del AVE incendiado en Francia

Un incendio en la locomotora situada en la cola del tren de Alta Velocidad que cubría la ruta entre Marsella y Madrid ha obligado a desalojar a unos 306 pasajeros, ocho de ellos resultaron heridos a consecuencia de la rotura de las ventanillas durante el proceso de evacuación.

Fuentes de Renfe han asegurado a ABC que ningún viajero ha necesitado de hospitalización. El tren comunicó el problema a unos 200 metros de esa estación, hacia las 09.30 hora local y la totalidad del psaje tuvo que ser evacuada. Ya se ha abierto una investigación para esclarecer lo sucedido. De momento, se desconoce el origen del fuego.

El tráfico ferroviario se ha interrumpido en ambas direcciones. La rápida intervención de los bomberos ha permitido que el fuego no se extendiera a otros vagones.

Los viajeros evacuados ya han sido trasladados por carretera hasta la estación de Montpellier, a unos treinta kilómetros de donde se ha producido el suceso, para acceder a un tren que proseguirá con el viaje previsto. La Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses ha informado de retrasos de dos horas en algunos trayectos.

El resto de pasajeros ha subido a otro tren de alta velocidad española para continuar su viaje, que ha llegado a la estación de Barcelona-Sants a las 18:15 horas, ha informado la compañía Renfe. Los viajeros con destino Camp de Tarragona, Zaragoza y Madrid han continuado su viaje en otro tren AVE que ha salido de Sants a las 18.30 horas y que tiene previsto llegar a Madrid sobre las 21.45 horas.

Tras descender del AVE en la estación barcelonesa, varios pasajeros han explicado, en declaraciones a los periodistas, que en los dos últimos vagones del convoy, los más cercanos al fuego, no se podía abrir las puertas y que algunos viajeros han sentido pánico y han optado por romper los cristales de las ventanas para poder salir.

Andrés García Martínez ha indicado que «la gente estaba un poco agobiada, al ver la humareda negra» y que «ha habido bastante pánico» mientras Piero, un viajero italiano, ha coincidido en que se han dado situaciones de «pánico, de miedo» hasta que se han abierto las puertas del vagón. Otra viajera, Pilar Sopeña, ha añadido que la situación ha sido «caótica» pues «no podíamos salir y no sabíamos nada de lo que sucedía, ni siquiera las azafatas del tren», y otra viajera, de nombre Leyre, ha señalado que se oía un pitido de alarma, pero que no tenían información sobre lo que estaba pasando.