Imad Mughniyeh
Imad Mughniyeh - REUTERS
caso nisman

«El hombre invisible» que fue asesinado por la CIA y el Mosad

Imad Mughniyeh murió en 2008 en Damasco por una bomba accionada desde Israel. Entre sus muchos atentados estaba el que investigaba en Argentina el fiscal Nisman, aparecido muerto el 18 de enero

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Nacido en un pequeño pueblo del sur del Líbano en 1962, Imad Mughniyeh era conocido como el hombre invisible y fue uno de los líderes chiíes más escurridizos de Hizbolá durante décadas.

Considerado jefe de las operaciones armadas de Hizbolá, Mughniyeh nunca apareció en una rueda de prensa y hasta sus rasgos físicos constituían todo un misterio. En la década de los 80, dirigió la Yihad Islámica, un grupo que se vinculaba a Hizbulá y que fue responsable de varios atentados contra occidentales en el Líbano. EEUU lo señaló como el cerebro del ataque contra su cuartel general en Beirut en 1983, que acabó con la vida de 241 personas, la mayoría de ellos marines. También se le responsabiliza de un atentado suicida contra la embajada de Estados Unidos en la capital libanesa en el mismo año, que dejó 63 muertos, así como del secuestro de un avión de la TWA en Beirut en el año 1985.

Pero la alargada sombra del comandante no se limitó al Líbano. Israel lo acusó de estar detrás del atentado contra su embajada en Buenos Aires en 1992 y que causó 29 muertos. En la capital argentina su historial terrorista se incrementa, además, en 1994 con otro atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en el que perdieron la vida 85 personas. Se da la casualidad de que este ataque había sido investigado por el fiscal Alberto Nisman, encontrado muerto en su casa el pasado 18 de enero.

El líder militar de Hizbolá vivía en la clandestinidad desde los años ochenta y la última aparición pública que se le recuerda fue en 1994, con ocasión de los funerales por su hermano Fuad, también fallecido en un atentado.Desde mucho años antes de su muerte era el objetivo más perseguido por el Mossad, por encima incluso del actual líder de Hizbolá, Hassan Nasralá, y la figura más buscada por EEUU hasta la aparición de Osama Bin Laden.

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