Vista del puerto de Singapur
Vista del puerto de Singapur - afp

Aumentan los ataques piratas en los mares de China

Un carguero vietnamita fue abordado a las pocas horas de abandonar el puerto de Singapur y uno de los marineros resultó muerto

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Un marinero vietnamita es la última víctima mortal de un ataque de piratas en el estrecho de Malaca. El carguero, que transportaba betún para asfalto, fue abordado por un barco pirata a las pocas horas de abandonar el puerto de Singapur cuando se encontraba fuera de las aguas territoriales y de la vigilancia costera.

En lo que va de año, son 169 los secuestros e incidentes en esta zona marítima, una de las más transitadas del planeta, ya que por ella circula gran parte del petróleo que se produce en el mundo y casi el 80 por ciento de las importaciones de crudo de China, Japón y Corea.

El modus operandi de los piratas de los mares de China es diferente del que utilizan los secuestradores del Golfo de Guinea, ya que sus blancos suelen ser pequeños cargueros cuyos contenedores transportan diesel o derivados del petróleo.

Los asaltantes vacían los contenedores en pocas horas y venden su botín en el mercado negro a otros barcos que transitan por el estrecho. A veces, se conforman con robar los móviles o el dinero en efectivo de los tripulantes y abandonan el navío sin excesiva violencia. No secuestran los barcos ni exigen rescate como sucede con los piratas de Somalia.

Singapur, Malasia, Indonesia y Tailandia han decidido unir esfuerzos y patrullan las transitadas aguas coordinados por un centro cuya base es Changi, en Singapur. Sin embargo, algunos analistas consideran que esta vigilancia debería ampliarse fuera de la aguas territoriales de estos países, dada la rapidez y facilidad con la que los piratas consiguen evadir el control. Algunas firmas de seguros, como la alemana Allianz, han mostrado su temor por el hecho de que estas bandas que, en la actualidad operan de forma desorganizada, puedan convertirse en poderosos sindicatos que actúen de manera más coordinada en un futuro próximo.

Refugio histórico de piratas

El estrecho de Malaca ha sido históricamente un área de piratería, por sus especiales condiciones geográficas y por tratarse de una de las rutas principales del comercio mundial. Es un embudo que discurre entre la costa occidental de Malasia, y la isla indonesia de Sumatra a lo largo de 800 kilómetros, y que en algunos puntos, como en Singapur, apenas supera los dieciséis kilómetros de ancho.

Rodeado de islas y manglares, siempre fue un fácil refugio para los bandidos del mar. Del comercio de la seda, las especias o la madera que circulaban por sus aguas en siglos pasados, se ha pasado al tráfico de zapatillas deportivas, ordenadores y petróleo, nuevos botines para nuevos tiempos que los piratas no quieren desaprovechar.

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