El avión del presidente Obama a su llegada a Pekín
El avión del presidente Obama a su llegada a Pekín - AFP

Las tensiones regionales y el libre comercio marcan la cumbre de Asia-Pacífico en Pekín

El encuentro de APEC reúne a Obama, Putin, Xi Jinping y Shinzo Abe, divididos por las islas en disputa, la guerra en Ucrania y sus diferentes propuestas para liberalizar el comercio

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En su mayor evento internacional desde los Juegos Olímpicos de 2008, Pekín acoge este lunes y martes la cumbre de jefes de Estados del foro de Cooperación Económica de Asia y Pacífico (APEC). Entre sus 21 países miembros, donde destacan Estados Unidos, Rusia, China y Japón, suman más de la mitad del PIB global, el 44 por ciento del comercio mundial y el 40 por ciento de la población del planeta. Además de hacerse la ya tradicional foto de familia con el traje típico del país anfitrión, el encuentro sirve para reunir al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, con el de Rusia, Vladimir Putin; China, Xi Jinping, y el primer ministro nipón, Shinzo Abe.

Sobre la mesa están las últimas tensiones regionales, tanto las islas disputadas de Asia como la guerra en Ucrania, y avanzar hacia el libre comercio en la región.

En el peor momento de las relaciones entre Washington y Moscú desde la Guerra Fría, el Kremlin ya anunció la semana pasada que no se había programado un encuentro entre Putin y Obama.

En cambio, el inquilino de la Casa Blanca sí se entrevistará con Xi Jinping al término de la cumbre de APEC, cuando empiece su visita oficial a China. Después de Pekín, Obama viajará a Birmania, donde participará en un encuentro de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) y verá a la líder opositora y premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi el viernes. Su gira asiática concluirá en Australia, donde acudirá a un foro del G-20.

La división también reina en la cuestión del libre comercio, donde hay varias iniciativas a discutir. Como organizador de la cumbre, China pretende dar un impulso al Área de Libre Comercio de Asia-Pacífico (FTAAP, en sus siglas en inglés), que fue alumbrada por APEC en 2006. La semana pasada, el director ejecutivo de este foro, Alan Bollard, anunció un «estudio estratégico» sobre dicha propuesta que durará dos años, pero dejó claro que no era «el inicio de las negociaciones» para no herir susceptibilidades entre otros países miembros.

El motivo es que EE.UU. abandera su propio proyecto, la Alianza Transpacífica (TPP, en sus siglas en inglés), que incluye a otros once miembros de APEC, como Japón y Australia, pero no a China, que es el primer exportador del mundo y el mayor socio comercial de casi todos los países de la región. Al verse excluido, el autoritario régimen de Pekín teme que la Casa Blanca esté intentando contener su auge en el Pacífico, una zona que Obama ya ha definido como “eje” de su política exterior. Aprovechando que esta Alianza Transpacífica se ha quedado estancada por las diferencias comerciales entre EE.UU. y Japón, China está impulsando su propia Área de Libre Comercio.

Y, por último, los diez miembros de ASEAN también ha lanzado una Alianza Regional Económica (RCEP, en sus siglas en inglés) que incluye a los seis países de APEC con los que tienen acuerdos de libre comercio, como China, Japón y la India.

«La Alianza Transpacífica es muy importante para EE.UU. para reforzar sus lazos con Japón, pero es preferible avanzar hacia el Área de Libre Comercio propugnada por APEC porque es la única que incluye a ambos países y a China», justifica el profesor Wang Yiwei, director del Instituto de Asuntos Internacionales de la Universidad Popular de Pekín, en un encuentro con corresponsales extranjeros.

Durante el fin de semana, los ministros de Exteriores de APEC ya han firmado un acuerdo contra la corrupción promovido por China para perseguir en sus países a los funcionarios que huyen con grandes fortunas.

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