Los padres de Kassig, Ed y Paula, durante la vigilia celebrada este miércoles para tratar de salvar a su hijo
Los padres de Kassig, Ed y Paula, durante la vigilia celebrada este miércoles para tratar de salvar a su hijo - efe

EE.UU. reza por Kassig, el rehén convertido al Islam, amenazado por el Estado Islámico

Más de 200 personas participan en una vigilia en la Universidad de Indiana para pedir que Peter, conocido ahora como Abdul-Rahman, no sea decapitado

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Más de 200 personas han participado en la noche del miércoles en el campus de de Indiana (Estados Unidos) una vigilia para pedir que el rehén Peter Kassig, en manos del Estado Islámico (EI) desde hace un año y ex alumno de la Butler University de Indianapolis, no sea asesinado. Entre los congregados estaban sus padres, que reciemtemente pidieron clemencia a través de un vídeo, y algunos de sus amigos.

Peter Kassig, de 26 años, se hace llamar ahora Abdul-Rahman tras haberse convertido al Islam durante su cautiverio. Este estadounidense aparece en el vídeo en el que fue decapitado la semana pasada el británico Alan Henning. Los yihadistas amenazan con asesinarle a él el siguiente delante de la cámara como ya hicieron también con los norteamericanos James Foley y Steven Sotloff, el británico David Haines y, el Argelia, el francés Hervé Gourdel.

El reportero francés Nicolas Henin coincidió en las mazmorras del estado Islámico con Kessig cuatro meses antes de ser liberado. «La primera vez que lo encontré ya se presentaba a los guardianes como Abdul-Rahman», señala Henin a la BBC.

Henin afirma que «para algunos de los guardianes sí podía ser motivo de más respeto el haberse convertido, pero para otros me temo que no había diferencia».

Importancia del Islam

«Peter me dijo lo importante que estaba siendo el Islam para él, cómo le estaba ayudando a soportar su cautiverio. Y era un musulmán muy recto. Daba la impresión de ser una persona frágil, pero el Islam le estaba fortaleciendo», añade el ex rehén francés, que reconoce que Kessig no es el único que se ha convertido.

«En nuestro grupo de rehenes había unos cuantos conversos. Practicaban las cinco oraciones diarias y a veces algunas más extra. Ayunaban los lunes y los jueves», más allá de los preceptos.

«Nuestra rutina era esencialmente esperar por la comida, porque nunca recibíamos la suficiente. Y Abdul-Rahman daba casi toda la suya pero quería más dulce. Siempre estaba a la espera de más mermelada»

Carta expresando su miedo

Kassig viajó a Siria como trabajador humanitario en plena guerra cuando cayó en manos de los terroristas el 1 de ocurbre de 2013. Hace tres días salió de la mano de sus padres a la luz una carta del pasado mes de junio en la que el joven expresa su miedo a morir a manos de los terroristas. Kassig afirma estar «en paz» con sus creencias y lamenta el sufrimiento por el que están pasando sus padres.

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