La gran mentira sobre la que Stalin forjó la URSS que aprovecha Putin en Ucrania

El dictador rojo desplazó a entre tres y seis millones de personas a partir de 1930 para acabar con los posibles conatos de revueltas nacionalistas

Moscú (Unión Sovietica), mayo de 1935. Josif Stalin y Sergó Ordzhonikidze, saludan al aviador Valeri Chkálov en el aeródromo de Moscú. ABC
Manuel P. Villatoro

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«Beria se encargará del alojamiento de nuestros nuevos camaradas bálticos». El humor negro de Iósif Stalin era casi tan grande como su mostacho, aunque ni se acercaba a su crueldad. En 1940, después de absorber las repúblicas de Lituania, Letonia y Estonia, el tirano rojo inició una serie de deportaciones masivas con un solo objetivo: eliminar a los grupos étnicos de tendencia nacionalista para, así, arrancar de cuajo cualquier conato de posible revolución. Este fue, quizá, el caso más desconocido, pero hubo otros tantos. En total, los expertos confirman que el dictador desplazó a entre tres y seis millones de personas hacia las regiones más recónditas de la URSS . Triste forma de rusificar a los estados satélite.

Los historiadores locales no se muerden la lengua a la hora de hacer referencia a las deportaciones. La mayoría las definen como una estrategia para solventar los conflictos interétnicos y suprimir cualquier manifestación de descontento con el gobierno local. Y de aquellos polvos, estos lodos. Gracias a esas campañas, y también al traslado masivo de civiles soviéticos hacia las regiones limítrofes de la Unión Soviética, hoy son muchos los países que cuentan en su seno con parte de población de habla rusa. Así lo confirma a ABC el doctor en Historia Contemporánea Luis E. Íñigo Fernández , autor de 'Historia de los perdedores' . En sus palabras, «la URSS fue, en realidad, el último imperio en descolonizarse». Uno de «diecisiete repúblicas que fueron rusificadas por la fuerza».

ACNUR

Los traslados masivos de población comenzaron en 1930, años después del ascenso al poder de Stalin, y se extendieron dos décadas. A lo largo de ese tiempo, el NKVD –los servicios secretos encargados de la seguridad interior de la URSS– admitió haber colaborado en la deportación de un mínimo de tres millones y medios de personas. Uno de los primeros pueblos desplazados fue el polaco. Unos 381.000 civiles de este país fueron llevados hasta Kazajistán, Siberia, Arcángel y otras tantas zonas en 1936. A la mayoría se les informó de que serían ' deskulakizados ' –término para referirse a la clase burguesa que atesoraba tierras en la antigua Unión Soviética–. De poco importó que muchos de ellos carecieran de propiedades. «Si es polaco, entonces tiene que ser un kulak», afirmaba un informe del Kremlin.

No fueron los únicos. En los siguientes años, más de 171.000 coreanos fueron desplazados de sus tierras en el extremo oriente de la URSS hacia Kazajistán y Uzbekistán. El historiador Niall Ferguson afirma en sus ensayos que, así, se consumaron los planes ideados una década antes de asegurar la frontera oriental soviética. «A ellos les siguieron los balkares , chechenos , tártaros crimeanos, alemanes, griegos, ingushes, mesjetios, calmucos, karacháis y ucranianos», explica el este experto. Las justificaciones, tanto antes como después de la Segunda Guerra Mundial , fueron las mismas que para sus predecesores. La población germana ubicada en las repúblicas bálticas, por ejemplo, solo recibió una explicación: «Sois colonizadores kulaks hasta los huesos».

¿Quiénes son los grandes perdedores del conflicto de Ucrania?

El gran perdedor de Ucrania es su población civil. Están viviendo la guerra en toda su crudeza y les han arrebatado todo lo que el ser humano necesita para sobrevivir: comida, casa y hermandad. Las familias se están rompiendo porque los hombres se han quedado a luchar y las mujeres y los niños se han ido del país. La clase dirigente ucraniana pierde de forma relativa. Al final, cederá al chantaje y seguirá adelante. Por el lado ruso van a perder los soldados y la sociedad, que se va a ver perjudicada en su nivel económico tras el desplome de la moneda y la crisis de la deuda.

¿Cederá Ucrania?

Al final se cederá. A no ser que la población se revuelva contra sus propios líderes. De lo que se está hablando es de buscar un estatuto de neutralidad, de forma que Ucrania se convierta en una nueva Finlandia en la era soviética, o de Suecia. Que no forme parte de la OTAN, pero que tenga algún tratado bilateral. Seguro que eso es aceptable para ellos.

¿Cómo ve el trato de la guerra en España?

No entiendo la hipocresía de la izquierda de este país. Ven la guerra como niños de cinco años. Hay conflictos imperialistas que son reprobables, pero también justos en los que un agredido se tiene que defender. Igualar una guerra a la otra es un disparate desde el punto de vista ético. Ese antimilatirsmo infantiloide revela una profunda inmadurez a todos los niveles. SI te desarmas y los demás no lo hacen no consigues nada, solo la paz de los cementerios, en la que los agresores se van de rositas y los agredidos sufren.

¿Eso es la paz?

No. Es una guerra que deja de ser violenta de una manera para serlo de otra. Hay que estar en contra de las guerras que conculquen los derechos humanos y el derecho internacional, evidentemente, pero no de las que sirven para defenderlos. Me imagino que estos podemitas, en el 36, habrían permitido que Hitler militarizara Renania, que anexionara Austria y, en el 39, que se hiciera los Sudetes y Checoslovaquia. Es lo que se hizo en Europa, y nos costó cincuenta millones de muertos. No detener al agresor cuando empieza a agredir le anima más.

¿Cree que se ha reaccionado de forma diferente a los años treinta, con la política de apaciguamiento?

Ahora se ha reaccionado con una panoplia de sanciones, algunas de las cuales son muy duras. No deja de ser paradójico que Rusia sufra por una parte, y por otra venda el petróleo y el gas más caros que nunca. No es el apaciguamiento de Chamberlain y Daladier, pero sí son medidas que no pueden detener la agresión a corto plazo. Si la guerra se enquistara y se convirtiera en un nuevo Afganistán, es posible que la clase dirigente rusa reaccionara. Uno puede aceptar ciertos sacrificios, pero un daño total a los intereses propios es difícil.

¿Qué frase histórica define mejor lo que sucede estos días?

'Si vis pacem, para bellum'. Curiosamente se la hemos podido escuchar a la ministra de defensa hace poco. Comprar armas ahora es una forma de preparar la paz. Que esto venga de nuestro gobierno no deja de sorprenderme. Pero la conclusión es que ser débil militarmente te ubica en una situación de cierta inferioridad. Si los débiles somos las potencias democráticas y los países dispuestos a defender los derechos humanos y la cultura de la paz, poco podemos hacer. Estamos invitando a los fuertes, los que no son potencias democráticas, a que agredan al débil. En las últimas décadas hemos gastado muy poco en defensa.

¿Se puede equiparar la guerrilla española del XIX a la ucraniana en la actualidad?

Todas las guerras en las que se enfrenta una potencia superior a otra inferior acaba en un combate de guerrillas. Igual que el corso es la que respuesta ante un poder naval superior, o la guerra submarina nazi a la fuerza aliada en la Segunda Guerra Mundial... Aunque donde fue clave es en 1808. Estaba en todas partes y no estaba en ninguna. Atacaba líneas de comunicación y soldados aislados... Hoy, como entonces, es barata y muy eficaz.

¿Tiene Rusia una leyenda negra similar a la de España?

La Leyenda Negra de España tiene dos peculiaridades. La primera es que la inventaron nuestros enemigos, sobretodo los rebeldes holandeses del XVI, y fue apoyada por italianos e ingleses. La segunda es que nos la hemos creído. Hay historiadores muy serios que la siguen repitiendo. No sé que obsesión tenemos en ahondar en las cosas que hemos hecho mal en lugar de apostar por una visión equilibrada del pasado. Rusia, en cambio, no la ha asimilado. Es cierto que tiene mala imagen, quizá debido a la simpatía de la izquierda europea a la revolución rusa, que supuso una denigración absoluta del zarismo. Pero su patriotismo siempre ha gozado de buena salud. Nada que ver con el español, que se ha convertido en una cosa de derechas.

Ucrania. Holodomor. Fotografías del hambre. ABC

¿Cómo logró Stalin unificar su imperio?

La URSS era, en realidad, un imperio en el que diecisiete repúblicas fueron liberadas de etnias locales y Stalin llevó población afín a sus ideas a todas partes. Por eso en ellas hay un porcentaje de rusos como punta de lanza de una recolonización de los territorios expandidos. Putin quiere reinstaurar el Imperio soviético. Ya sea de forma oficial o de manera informal, mediante gobiernos títeres cercanos. La vara de medir en derecho internacional no es la igualdad entre todos los estados, la fuerza sigue pesando mucho.

¿Diría que la URSS era un imperio...?

Sí, fue el último imperio en descolonizarse.

¿Qué importancia tuvo esta población rusa en la forja de las repúblicas socialistas?

Solo hay que ver lo que pasa en la actualidad. En Lituania, Letonia y Estonia, recuperadas por Stalin tras la Segunda Guerra Mundial, la población rusa es muy importante. El problema es que los estados nacientes de la URSS no han concedido igualdad de derechos a esa población por considerarla extranjera. El caso de Ucrania es evidente. Allí, el ruso no es idioma oficial. Esto es terreno abonado para que la propaganda nacionalista pro Putin tenga éxito en estas comunidades.

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