Muere el jefe de los servicios secretos franceses que destruyó un barco de Greenpeace en 1985
Pierre Lacoste, procesado por el hundimiento del Rainbow Warrior, ha fallecido a los 96 años en París
El almirante Pierre Lacoste , antiguo líder de los servicios secretos franceses y cabeza visible de la Dirección General de Seguridad Exterior gala -DGSE- en 1985 (año en que la organización hundió el buque de Greenpeace Rainbow Warrior para evitar que hiciera una incursión en sus costas), ha muerto este lunes a la edad de 95 años.
El militar ha fallecido en su casa de París, según ha confirmado el periódico Le Figaro. «Mi padre era muy viejo. Estaba un poco exhausto. Murió tranquilamente en su cama», ha afirmado su hijo Marc.
Nacido el 23 de enero de 1924 en París, comenzó su carrera en la marina en 1943. Ese mismo año dejó la Francia ocupada para unirse a las fuerzas galas afincadas en el norte de África. Al abandonar la Academia Naval, ocupó varios cargos en Indochina y en el Estado Mayor de su país.
Contraalmirante en 1962, dirigió varios edificios, enseñó en el Colegio de Guerra Naval y pasó por oficinas ministeriales. Además, ocupó el cargo de jefe de gabinete militar del Primer Ministro Raymond Barre entre 1978 y 1980.
En 1982 se convirtió en jefe de la DGSE. «Fascinó al presidente François Mitterrand con su visión geopolítica. Era un estratega», recuerda Alain Juillet, también ex director de la DGSE.
Escándalo internacional
Sin embargo, su carrera cambió el 10 de julio de 1985 durante la operación de sabotaje del Rainbow Warrior , un barco de la organización ecológica Greenpeace que se preparaba para acceder a las costas galas como protesta contra las pruebas nucleares francesas en el Pacífico.
Atrapado por dos cargas explosivas, el barco se hundió en la bahía de Auckland, lo que provocó la muerte de un fotógrafo que estaba a bordo. El escándalo saltó a los medios cuando se supo que dos agentes secretos franceses habían sido arrestados en las inmedicaciones. Bajo presión, el ministro de Defensa, Charles Hernu , renunció. El almirante Lacoste fue despedido en septiembre.
«Esta operación fue demasiado complicada, demasiado arriesgada y, por supuesto, condenable», afirmó el almirante en 1997. Poco después afirmó que aceptaba que se había cometido un error, pero que no era su culpa, pues había recibido la orden del propio Mitterrand.
Presionado por el escándalo, Pierre Lacoste fue convocado para «dar los nombres de los oficiales que llevaron a cabo esta operación». Él fue tajante: «Es una cuestión de honor, nunca daría los nombres de mis colaboradores».
Despidido después de este drama, comenzó una larga carrera en la academia, en particular creando un seminario sobre «cultura de inteligencia francesa». Incansable, escribió numerosos libros hasta el final de su vida.
