Pedro Campos, el amigo fiel que levanta recelos por su exposición en los medios

El regatista gallego de 70 años conoció al Monarca en 1983, en la Copa del Rey de Vela. Desde entonces, es uno de sus hombres de confianza en España

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El vídeo de la llegada del Rey Emérito

El Rey Emérito y Pedro Campos, durante la celebración de una regata en Sangenjo en 2015. Vídeo: ATLAS
Pilar Vidal

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Fue en 1983 durante la segunda edición de la Copa del Rey de Vela donde Pedro Campos y Don Juan Carlos coincidieron por primera vez a bordo de una embarcación. «Ni siquiera era la misma. En estas competiciones por la mañana navegas y luego por la tarde te conoces tomando algo en el club náutico», explica un experto en vela. Y así fue como José Cusí, íntimo de Don Juan Carlos, les presentó.

Pedro Campos Calvo Sotelo es el quinto de 11 hermanos. Su padre, Marcial Campos Fariña, era propietario del balneario de Cuntis, unas termas un tanto anticuadas en la actualidad pero que en su momento tuvieron mayor esplendor que las actuales. Pedro abandonó los estudios de ingeniero naval para dedicarse a ser regatista . En 1976 logró su primer título mundial en Mónaco y empezó a destacar, junto a Jan Santana. Que ganaran un mundial siendo muy jovencitos y fueran de los pocos que hacían vela en este país provocó su encuentro con el entonces Rey Juan Carlos al que solo había visto, según él mismo recuerda siempre, por la tele.

Una amistad que algunos de sus rivales tildan de «interesada porque le ha proporcionado contactos muy importantes con patrocinadores que han sufragado sus barcos y sus tres desafíos, que le han permitido hacerse rico». Otros, sin embargo, ven en él una figura clave : «Es el tipo que más veces ha ganado la Copa del Rey como armador. Querido y odiado, pero una persona crucial en el desarrollo de la vela en España», afirma un periodista especializado en vela. Disparidad de opiniones a la hora de hablar de su carácter. «Nunca sabes si sube o baja. Además de algo tacaño. Fíjate que a mí en 40 años que le conozco solo me ha invitado a dos coca-colas», bromea. «Un personaje, se despierta tarde y trabaja hasta tarde . Cada día anda varios kilómetros para mantenerse en forma», explica otra de las personas que le conoce bien.

Casado con su prima segunda

A los 43 años se casó con su prima segunda Begoña Gil de Barroeta, de cuya unión nacieron sus dos hijas Begoña y Paloma, hoy veinteañeras. Dicen que ella se hartó de vivir con un hombre que pasaba colgado 24 horas al teléfono y por eso se divorciaron. Él lo pasó mal un tiempo, hasta que encontró refugio en una joven rusa de cabello pelirrojo con la que lo intentó, pero la cosa no llegó a buen puerto. Luego apareció en su vida Cristina Franze, una brasileña rubia de ojos azules , guapísima y 30 años más joven con la que se casó en 2017. Una de las aficiones desconocidas de Pedro Campos es la de volar. A sus 70 años, el regatista cuenta con la titulación oficial y practica vuelo sin motor y posee una avioneta en la que te puede llevar de Madrid a Vigo.

Don Juan Carlos y Pedro Campos, a bordo del Bribón.

Una casa normal

Campos vivió toda su vida en Cunis hasta que compró el chalecito de dos plantas en Sangenjo cuando empezó a ganar dinero. La casa ubicada en la parroquia de Nanín tiene un discreto jardín exterior y en el interior no dispone de grandes lujos. Todo muy austero, el valor aseguran expertos inmobiliarios en la zona «son las vistas al mar y la ubicación». Hasta ahora, siempre que Don Juan Carlos ha visitado Sangenjo se ha alojado allí, donde suele utilizar la misma habitación en la que incluso guarda algunos trofeos.

Aseguran fuentes cercanas que cuando este se aloja, el resto de la familia de Pedro Campos abandona el hogar familiar para que su estancia resulte más cómoda.

El barco fue un regalo

Entre 2008 y 2015, Don Juan Carlos estuvo alejado de la competición . La única embarcación que le permitía volver a navegar sentado tanto al patrón como al resto de la tripulación era un velero diseñado y construido por Gustaf Estlandern y que en España poseía el arquitecto Mauricio Sánchez-Bella Carswell, casado con una de las mujeres más ricas de Galicia, Alicia Freire, cuya familia son los dueños del imperio metalúrgico Megasa.

Ellos le dejaron probar al entonces Rey el velero y fue Campos quien dijo que era perfecto. Lo que no esperaba nadie era que Mauricio y su mujer se lo regalasen al entonces Rey de forma desinteresada . Y menos aún, que no hayan ido nunca por ahí de amigos del Rey. Fue tal el éxito del Acacia que ese año ganaron el campeonato del mundo en Vancouver.

Posteriormente, aseguran que Cusí, ‘casi hermano’ de Don Juan Carlos compró el Ian, un velero gemelo del Acacia y que tras rehabilitarlo bautizaron como el Bribón , que Don Juan Carlos capitaneó. No será en esta ocasión, ya que se ha descartado por motivos de salud que salga a navegar. De momento, lo que sí han mostrado la mayoría de los amigos gallegos es sorpresa y descontento ante la sobreexposición mediática de Pedro Campos en las últimas horas previas a su llegada a Sangenjo. No creen que sea necesario dar más explicaciones en una visita tan crucial como esta, por ser la primera.

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