Escándalo en Bélgica: la Princesa bastarda participará en un reality

Delphine Boël (53 años), reconocida desde 2020 como Princesa de los Belgas, nació el 22 de febrero de 1968. En aquella época, Alberto II mantuvo una relación con su madre, la baronesa Sybille de Selys-Longchamps , casada a su vez con multimillonario industrial belga Jacques Boël , que le daría su apellido a la niña. Alberto visitaba y hacía regalos a la hija, cuya existencia no ha ignorado nunca.

Cuando Delphine tenía 10 años, su madre se divorció de Jacques Boël. En aquella época también Alberto y Paola decidieron dar una segunda oportunidad a su matrimonio, y partieron de cero hacia un nuevo futuro juntos, en el que no había lugar para la pequeña Delphine. Así es cómo Alberto dejó de ver a su hija ilegítima y a la madre de esta, que se casó con un aristócrata inglés. Con el tiempo, la falta de descendencia de su hermano le convirtió inesperadamente en Rey de los Belgas y Paola estuvo a su lado durante los 20 años de brillante reinado.

Fue a principios de 2020 cuando Delphine logró ser reconocida como Princesa de Bélgica tras una larga batalla judicial que duró siete años en la que luchó para demostrar que era hija del exmonarca Alberto II. Y desde entonces goza de de todos los derechos como hija de monarca, incluyendo el título de princesa de Bélgica.

Esta semana, Delphine ha vuelto a copar todos los titulares de la prensa después de que anunciase su salto a la televisión como participante del concurso 'Dancing with the stars', una adaptación de 'Bailando con las estrellas' . Un reality en el que un grupo de famosos compiten cada semana con la ayuda de un profesional de danza para presentar el mejor baile. Aunque no está bien visto que un miembro de la familia real pertenezca al mundo del espectáculo, ella ha querido dejar claro desde un primer momento que lo hace por una buena causa. «A través de esta aventura en la pista de baile, espero poder llamar aún más la atención sobre la importante labor que realiza Make-A-Wish», dijo en referencia a la asociación con la que colabora y que dedicada a mejorar las vidas de los niños enfermos y sus familias. «Con la fuerza de la esperanza y el amor, se alivia el sufrimiento y la tristeza de los pequeños pacientes», añadió.

Y sobre el programa, la hermana de Felipe de Bélgica opinó que «mi conocimiento se limita a unos pocos pasos de baile, a menudo incómodos, en recepciones o bodas. Soy consciente de que este reto será difícil mental y físicamente, pero no es nada comparado con lo que se enfrentan los niños que están en el hospital». Y, a pesar de que hace relativamente poco superó el covid, la princesa está dispuesta a 'darlo tod'. «Acabo de salir de la cuarentena, aún estoy algo débil y voy un poco atrasada con los ensayos».

La respuesta desde Palacio se ha limitado a un comunicado que dice que esta participación es «una iniciativa personal y privada», por lo que «no haremos más comentarios».