El equipo Force India se enfrenta en esta temporada 2013 a un año de dudas, aumentadas por la incertidumbre económica que atraviesan. Después de contar con Nico Hülkenberg, uno de los mayores talentos de la parrilla en la actualidad, en este 2013 han tenido que volver a aceptar a Adrian Sutil, merced al aporte económico que traía con él.
Con el paso de los años, Force India se ha confirmado como ese equipo de la zona media, de los que pelean por puntuar con asiduidad, y de los que no se puede esperar menos que pelear con equipos como Williams, Sauber o, incluso, Toro Rosso. Su mejor momento llegó con aquella pole en el mítico circuito de Spa-Francorchamps en 2009. Aquella carrera marcó su punto álgido, pero no supuso el esperado ascenso.
Después de tres años en los que han cumplido con las expectativas previstas, en este 2013 comienzan atravesando una pequeña crisis. El magnate Vijay Mallya, dueño del imperio Kingfisher y máximo responsable del equipo, no atraviesa su mejor momento financiero. Prueba de ello fue la desangenlada presentación del equipo, con sólo Paul di Resta presente. Hasta el último momento no se acabaron de decidir para ocupar el segundo asiento, que dejó vacante Nico Hülkenberg para irse a Sauber. En el bombo de la subasta del segundo asiento de Force India entraron pilotos como Jaime Alguersuari, Jules Bianchi o Kamui Kobayashi. Sin embargo, finalmente fueron los 10 millones que se estima que aporta Adrian Sutil con su patrocinio lo que decantaron la balanza. Repiten, pues, la pareja de 2011, en la que consiguieron un meritorio sexto puesto en la clasificación general de escuderías.
