Si existe el destino, este tiene una deuda pendiente con Fernando Alonso. Hace dos años, en aquella temporada para el recuerdo de 2010, el piloto español arribó en el desierto de Abu Dabi con el liderato en la mano. Tenía que quedar por delante de sus rivales por el título: Webber, Vettel y Hamilton. Aquel fin de semana ha sido el hogar recurrente de las pesadillas para todos los ‘tifosi’ y la marea que sigue al mejor piloto español de Fórmula 1 de todos los tiempos. Una desastrosa decisión de carrera, una perfecta estrategia de Red Bull para favorecer a Sebastian Vettel y un inamovible Vitaly Petrov alejaron a Alonso del que iba a ser su primer título de rojo, tercero de su cuenta personal y que le habría llevado a alcanzar la mágica cifra de, entre otros, Ayrton Senna.

Dos temporadas después, el que ganó aquel día y el que perdió, se vuelven a ver las caras en el mismo escenario. Aunque la situación es muy distinta. Vettel no requiere de una carambola prácticamente imposible como la que sucedió aquel entonces, y, a diferencia de aquel día, este domingo no saldrá el campeón del mundo de Fórmula 1 de la apasionante temporada 2012. Alonso y Vettel vuelven a verse las caras sólo una semana después de haberse retado en la India, donde el alemán aumentó la diferencia con el español hasta los 13 puntos.

Según todas las previsiones, Abu Dabi será de nuevo un circuito proclive a beneficiar a los Red Bull. Sebastian Vettel llega en un momento de gloria, con el liderato afianzado y ya rozando con su ya famoso dedo índice el tercer título de campeón de manera consecutiva. El RB8 es el mejor monoplaza de aquí a final de temporada, y aunque en India no se llevó la carrera con tanta superioridad como en Corea, sí parte con cierta ventaja. Al menos, en teoría. Y es que, su rival, Fernando Alonso, no cree que esté tan lejos, en términos de competitividad.

Alonso, convencido de mejorar

Fernando Alonso lleva unas cuantas carreras quejándose de manera amarga de la falta de competitividad de su Ferrari, sobre todo en las sesiones clasificatorias. El F2012 no ha estado a la altura para pelear por las poles en las últimas carreras, lo que ha obligado al español a pelear desde atrás. El podio ha sido posible, pero eso no es suficiente. A falta de tres carreras, Alonso necesita volver a lo más alto del cajón y recortarle puntos a Vettel. Ya no es suficiente con perder poco. Ahora es necesario no perder absolutamente nada.

Las mejoras desplegadas en la India dieron resultado. El ritmo de carrera del español le permitió alcanzar el segundo puesto desde la quinta posición de la parrilla, un resultado objetivamente bueno, pero algo insuficiente. Vettel salió de Nueva Delhi con más ventaja de la que traía, por lo que de cara a la lucha por el campeonato, el botín fue algo pobre. Sin embargo, las sensaciones en Ferrari fueron positivas. Alonso pudo pelear con Webber, hasta pasarle, y llegó a final de carrera con mejor ritmo. Es por ello que, cuando el español se siente optimista, tiene argumentos en la mano. “Tengo motivos reales para creer que voy a estar más cerca de los Red Bull en la clasificación del sábado”, afirmaba satisfecho este jueves ante los medios. Unos medios que, por cierto, han sido el blanco de las iras del asturiano esta semana, después de que se desatase, desde el periódico italiano ‘La Stampa’, un rumor sobre una supuesta tensión con los responsables técnicos de Ferrari. “Normalmente, cuando estás en la lucha por el título es la prensa de otros países intenta desestabilizar. Pero en esta ocasión la desestabilización ha llegado desde Italia”, se quejaba al respecto el español.

Más allá de polémicas, la confianza del español es plena. Él y su equipo se han conjurado para que Abu Dabi les devuelva lo que hace dos años le arrebató. Salir por delante de Vettel este sábado puede ser vital de cara al domingo, y si no puede ser, al menos que le presione al máximo para provocar que el alemán rompa su infranqueable confianza. En las próximas tres carreras, quien falle puede decir casi seguro adiós a sus opciones. Y Vettel, después de ganar en 2010, no pudo repetir en 2011: aquí abandonó por primera y única vez en su temporada de gloria. ¿Se repetirá la historia?