Alonso rueda en Bahréin. / Ap
Fernando Alonso y Nico Rosberg tuvieron que pasar por el despacho de los comisarios después de la carrera. Tras cuatro horas de deliberaciones, ambos se libraron de sanciones de todo tipo. El caso del español era el más simple, dado que había salido de boxes de manera insegura pero sin más.
Más polémico resultó el perdón a Rosberg. El alemán, primero, adelantó a Hamilton por fuera de la pista, saliéndose del asfalto, y después defendió de una manera un tanto agresiva su posición sobre el español. No obstante, los comisarios entendieron que ni el de McLaren ni el de Ferrari estaban por delante y que las acciones de Rosberg fueron legales. La controversia estaba garantizada, y a través de su activo twitter, el bicampeón español mostró su disgusto: “Creo que os vais a divertir en próximas carreras! Se puede defender como quieras y se puede adelantar por fuera de la pista !A disfrutar!”.
Más allá de la polémica, Alonso se mostraba ciertamente satisfecho por la actuación en Bahréin, en particular, y de esta primera parte del Mundial. “Si nos dicen al principio que íbamos a batir a los McLaren serían impensable. Fue otra carrera en la que limitamos los daños bastante bien. Estábamos a ocho puntos del líder y ahora estamos a diez. Hemos pasado las cuatro primeras carrera fuera de Europa perdiendo sólo diez puntos. Es demasiado tesoro para lo que nos merecemos viendo como hemos ido, pero a partir de Barcelona espero que llevemos la voz cantante”, destacó, contento.
Los test de Mugello son la gran esperanza para el español, que espera empezar a tener un mejor rendimiento desde el GP de España. “En Barcelona tenemos que empezar a mejorar. No siempre van a alternarse los ganadores. Tenemos que dejar de depender de los demás y empezar a depender de nosotros”, dijo.
