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Diez cosas básicas que tiene que saber tu hijo para no cometer un «tuitidio» en Twitter

Los padres deben tratar de inculcar a los adolescentes que la inmediatez de la herramienta induce a acciones impulsivas

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Twitter es una herramienta cada vez más usada por las y los adolescentes, pero su particular y potente filosofía presenta unas características especiales que es preciso conocer para manejar de forma favorable, si no se quiere cometer un «tuitidio» o suidicio en esta red. Es una herramienta sumamente fácil de manejar, sin sofisticadas opciones o controles, y con una mínima barrera de entrada, ya que no es preciso aportar datos personales para abrir una cuenta. Además el «tuit», su unidad de comunicación, limitada a 140 caracteres, lo asemeja mucho a los habituales programas de mensajería instantánea.

Twitter es una herramienta muy, pero que muy potente. Flores lo explica así: «Aunque pude acotarse el acceso a los propios “tuits” y también es posible bloquear personas, Twitter está concebida para la proyección global y los “tuits” son considerados como información pública.

Así, un ”tuit” se propaga como la pólvora, incluso aunque estuviera publicado durante solo unos segundos». Por eso los padres deben tratar de inculcar a sus hijos que la inmediatez, advierte Jorge Flores, fundador y director de Pantallas Amigas, «es lo que convierte a Twitter en un lugar propenso a acciones impulsivas».

Vistas algunas de las características que presenta Twitter es sencillo concluir cómo, si se realiza un uso inadecuado o descuidado, pueden producirse efectos negativos que, por otra parte se dan en mayor o menos medida en el resto de usos y herramientas de Internet. Por eso desde Pantallas Amigas han creado un programa al que han llamado «Peter y Twitter» que tiene como objetivo la formación de una ciudadanía digital responsable con énfasis en la prevención del ciberbullying, el fomento de la cultura de la privacidad y la eliminación de conductas sexistas, machistas u homófobas. «En realidad, lo que intentamos con esto es abrir un espacio para cerrar la brecha digital en las familias, posibilitando que adolescentes y niños compartan el juego de Peter y Twitter con padres y madres fomentando al mismo tiempo el uso positivo de los videojuegos», añade Flores.

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