España 60 – República Checa 39
Dice el refranero español que «la mancha de la mora con otra verde se quita», que un mal previo puede repararse con un bien de similares características. La República Checa no es Eslovenia, pero el triunfo ante la selección centroeuropea ayudó a España a borrar cuanto antes la decepción por la primera derrota en el Eurobasket ante el equipo anfitrión. Es lo positivo de una competición como ésta, que la frenética sucesión de partidos impide lamentarse demasiado por los tropiezos o celebrar efusivamente las victorias.
España no le dio más importancia que la necesaria al traspié de la segunda jornada. Preocupó más la fragilidad defensiva de la segunda mitad y la dependencia excesiva del castigado Marc Gasol, el jugador que más faltas recibe del torneo. Ante el correoso conjunto checo, muy reconocible por la presencia de varios jugadores con sabor ACB -Lubos Barton, Jiri Welch, Ondrej Balvin, Tomas Satoransky, Pavel Pumprla y David Jelinek-, ‘La Roja’ mostró la solidez atrás mostrada ante Croacia, que resultó suficiente para apuntarse su segundo triunfo en la primera fase. Si en el choque inicial dejó a los balcánicos en 40 puntos, en esta ocasión el rival se quedó en 39. Además, se repitió la casi ridícula actuación en el cuarto periodo del equipo que salió derrotado. Si pobres fueron los tres puntos sumados en los diez minutos finales de los hombres de Jasmin Repesa, aún peor fue la imagen de los checos, con una sola canasta -la del pívot de los Washington Wizards Jan Vesely cuando ya solo quedan tres minutos de juego-, en el definitivo parcial.
El combinado español mostró predisposición al trabajo, intensidad y una gran actitud defensiva, con Rudy Fernández (cuatro robos de balón) como líder, pero mantuvo la inconsistencia ofensiva de los encuentros anteriores.
Orenga cuenta con la mejor línea exterior del campeonato, pero aún falta que coincidan el talento de varios de los jugadores del perímetro que se avecina tan necesaria cuando lleguen los momentos verdaderamente importantes. El sábado surgió Rudy -14 puntos y 8 rebotes-, pero no fue secundado por nadie más. Al menos, todos sumaron y no fue necesaria la aparición estelar de Marc Gasol. De hecho, el pívot de los Grizzlies, que acabó con diez rebotes, solo lanzó en cuatro ocasiones y tardó 25 minutos en acertar con el aro.
España recuperó el contraataque perdido ante Eslovenia y, cuando pudo lanzarse a campo abierto hacia la canasta rival, logró abrir diferencias importantes en el marcador. Pero resultan preocupantes los momentos de apagón ofensivo en el juego estático, aquellos en los que los sistemas se enredan, el balón no fluye,los últimos segundos pasan sin encontrar soluciones y se acaba con la obligación de recurrir a los tiros forzados.
El bicampeón continental volvió a sufrir esas lagunas que hacen perder partidos cuando el rival es de altura. Pese a las buenas intenciones de la República Checa, el combinado dirigido por Pavel Budinsky no lo es. Por eso, en una tarde gris, a ‘La Roja’ le bastó con la defensa. En un choque que transcurra por cauces habituales, los 60 puntos posiblemente no bastarían para alcanzar el éxito.
Sin apenas tiempo para respirar y reflexionar, el domingo, toca Polonia (14,30 horas, Cuatro). La que aparecía como una de las posibles sorpresas del torneo ha decepcionado hasta ahora a pesar de contar con un poderoso juego interior formado por el NBA Marcin Gortat y Maciej Lampe, que cambiará esta temporada Vitoria por Barcelona y jugadores solventes como los conocidos Thomas Kelati y Michal Ignerski.
