Sandra, la hija más desconocida de Amancio Ortega
Procura estar siempre ajena a los focos y a los medios de comunicación, de hecho muy pocos ponene cara a la que a día de hoy es una de las mujeres más acaudaladas de España
El pasado fin de semana y con motivo de la crisis del coronavirus, Inditex anunció que ponía a disposición del Gobierno un cargamento de mascarillas quirúrgicas protectoras provenientes de China. «La compañía ha puesto a disposición del Gobierno toda su capacidad logística, de aprovisionamiento y de gestión comercial, muy especialmente desde China, para atender las necesidades de urgencia , tanto de material sanitario como textil, que se están necesitando en estos momentos», anunció a través de un comunicado la compañía téxtil gallega fundada por Amancio Ortega . Además Sandra Ortega , la hija mayor del empresario, donará más de un millón de mascarillas, 5.000 trajes y pantallas protectoras.
A raíz de esta noticia, muchos se han preguntado por el paradero de la primogénita del magnate. Y es que Sandra procura estar siempre ajena a los focos y a los medios de comunicación, de hecho muy pocos ponene cara a la que a día de hoy es una de las mujeres más acaudaladas de España . Fue en 2014 cuando, a los 69 años de edad, falleció de forma inesperada y trágica su madre, Rosalía Mera , después de sufrir un repentino derrame cerebral mientras veraneaba con su familia en la isla de Menorca. La muerte de la primera mujer de Amancio Ortega -cofundadora del imperio Inditex y alma máter de la Fundación Paideia- desterró del anonimatoa la primogénita de uno de los hombres más ricos del planeta según la lista «Forbes».
Psicóloga volcada en la inserción laboral de los jóvenes discapacitados y heredera de una fortuna de millones de euros, quienes la conocen definen a Sandra Ortega como la digna sucesora de su madre. Y es que, después de la muerte de Rosalía se ha encargado de mantener con firmeza el rumbo de la fundación en la que Mera volcó todos sus esfuerzos en vida.
Discreción
Con un turismo de clase media, la mayor de los Ortega no tiene reparos en desplazarse hasta su ciudad natal, La Coruña, para hacer la compra del día a la salida del trabajo y encargarse de los recados propios de una casa. Tampoco se lo piensa antes de calzarse una botas para ir al huerto a cultivar sus propias patatas aunque ostente uno de los primeros puestos en la lista de las mujeres más ricas del país. Se trata de comportamientos que confirman que Sandra heredó de su madre la discreción y humildad.
Tanto es su afán por el anonimato que, incluso, muchos ciudadanos de La Coruña, la ciudad donde trabaja -ella vive en Santa Cruz (Oleiros), a pocos kilómetros de la misma- no podrían reconocerla. De hecho, una de las pocas imágenes de ella que han salido en prensa corresponden al entierro de su madre en 2014. Tan solo se la podría reconocer por su pelo corto y rojizo, una de sus señas de identidad más características.
Familia
El anonimato le permite a Sandra llevar una vida «normal», como la que podría tener cualquier madre de familia. En su caso tres hijos: Martiño , ya universitario, y Antía y Uxía , ambas en el instituto; fruto de su relación con Pablo Gómez , un hombre muy discreto que también trabaja en las oficinas de Inditex.
La adolescencia de Sandra estuvo marcada por la complicada separación de sus padres a principios de los ochenta. Además, tiene dos hermanos: Marcos , que es unos años menor que ella y sufre una severa discapacidad -de hecho, ella es quien lo tutela tras el fallecimiento de su madre-; y Marta , hija de Amancio y de su segunda mujer, Flora Marcote , con quien no tiene relación. Y es que, además de la diferencia de edad -se llevan 14 años-, por cuestiones de la vida, Sandra y Marta tienen trayectorias separadas . Ninguna fue a la boda de la otra y la menor de los Ortega tampoco acudió al entierro de la madre de su hermana mayor.
