Rocío Osorno se sincera sobre su separación de Coco Robatto, de Vox

Al igual que no tuvo problema en hacer pública su separación de Jacobo González-Robatto (33 años) antes de que empezasen a circular rumores, tampoco en contestar a las preguntas que le han hecho sus seguidores de las redes sociales sobre esta reciente ruptura con el padre de sus dos hijos (Jacobo y Luis) tras 18 meses de matrimonio. Rocío Osorno (33) se ha sincerado con ellos a través de sus stories y ha hablado del futuro que le depara.

Asegura que está muy centrada en su trabajo y en sus hijos . En cuanto a la custodia de los menores , afirma que llegarán a un acuerdo: «Estoy segura de que llegaremos a un entendimiento amistoso en el que primen los intereses de los niños, y ellos son tan pequeños que ni se van a dar cuenta».

Con certeza ya sabe que seguirá viviendo con sus hijos en el casoplón al que se mudaron hace poco en Sevilla. La vivienda de dos plantas cuenta con un cortijo italiano, piscina, jardín y seguridad 24 horas. «No me mudo, me quedo en casa. Tenemos dos casas, una para cada uno», ha dicho ante la pregunta de uno de sus seguidores en Instagram.

Muy segura, Rocío Osorno ha reconocido que no tiene miedo a vivir sola . Lleva ya unas semanas sin convivir con el que hasta ahora ha sido su marido: «La verdad es que me da más miedo vivir no siendo feliz». Además reconoce que suele recibir muchas visitas de sus familiares y amigos.

Fue el día 30 cuando Rocío Osorno hizo pública su separación con el senador del grupo parlamentario Vox por Andalucía. «Quiero terminar el año siendo 100% sincera con vosotros, ya que habéis sido partícipes de todo lo que ha ocurrido en mi vida en estos últimos años y entiendo que me preguntéis por el tema. Prefiero ser yo quien lo cuente antes de que empiecen a circular rumores de todo tipo (ya sabemos cómo son las redes sociales)», decía sinceramente la diseñadora sevillana.

Las cosas llevaban tiempo sin funcionar debido a las diferentes formas de pensar que tiene cada uno, como ella misma reconoció. Sin ir más lejos, el pasado año, la diseñadora tenía que defenderse de graves insultos tras conocerse que su marido es de Vox. «Por suerte, en el siglo en el que estamos, las mujeres podemos permitir tener ideales y formas de pensar diferentes a las de nuestros maridos. Yo respeto el trabajo de mi marido, me guste o no, al igual que él lleva años respetando el mío... en eso consiste el respeto entre parejas por el que tanto luchamos», decía entonces.