Desmontando a Liz, la «Barbie perfecta» de los Solari: una tragedia y dos bodas en cuatro meses

Cuando el Real Madrid hizo efectiva la salida de Julen Lopetegui del banquillo, empezó una lotería de nombres para ocupar el siempre arduo puesto de entrenador en el club blanco. La tarea recayó en los hombros del siempre discreto Santiago Solari , exjugador de la casa. Del argentino se sabe poco, ha blindado con habilidad su vida privada y apenas se sabe que tiene pareja estable y que es un gran aficionado a la lectura.

Pese a su pasado como futbolista, al «Indiecito» Solari nunca le gustaron los focos. Y para atraer su brillo estaba su hermana pequeña, Liz Solari (35), modelo, actriz y presentadora de cabellos rubios y mirada angelical muy conocida al otro lado del charco y que gracias al nuevo trabajo de su encargo, lleva cambino de convertirse en una celebridad también en este.

Única mujer entre cuatro hermanos, Liz también es la única que no desarrolló su carrera profesional en el terreno de juego. Nació en Barranquilla (Colombia) mientras su padre entrenaba al Atlético Junior y durante su infancia cambió en varias ocasiones de ciudad e incluso de país. Allí donde tenía trabajo Eduardo, su padre, se iba toda la familia.

Gracias a su belleza y desparpajo, en el año 2001 ganó un concurso de modelos organizado por la agencia de Pancho Dotto . Fue el despegue de una carrera profesional que llevaría a Liz a trabajar para Jean Paul Gaultier , Pantene , Roberto Cavalli , Zara o Lody , una firma de lencería argentina que cuenta entre sus embajadoras con artistas como la actriz Luisana Lopilato .

Tampoco el mundo de la interpretación se le ha resistido. Tras aparecer en series como « Física y Química » y « A tortas con la vida », la «Barbie perfecta», como la apodan en su país, dio el salto al cine con diez películas en su curriculum, siendo « El último hombre » su estreno más reciente el pasado mes de septiembre. Y todo eso compaginado con su trabajo como presentadora en el programa de televisión « Resto del Mundo ».

Pese a que son muchos los que suspiran por ella, Liz Solari encontró hace siete años a su gran amor: Waler Fara , un empresario italiano con el que se ha casado dos veces en los últimos cuatro meses. La primera, en una boda íntima en Cerdeña y la segunda este mismo jueves en Tulum (México). Dos bodas ampliamente documentadas en su perfil de Instagram, donde también muestra a sus seguidores sus avances con la meditación, disciplina que sigue desde hace 8 años con su maestra, Cher Chevalier, con quien publicó el libro «Meditaciones para un viaje interior».

La meditación llegó a su vida para ayudarla en su peor momento. En 2010, Liz perdía su pareja, Leonardo Verhagen, de la peor manera posible: tras hacer el amor. «Volvimos a casa, abrimos un vino, pusimos música, subimos a la habitación del primer piso e hicimos el amor. Inmediatamente, cuando terminamos, comenzó a tener convulsiones y cayó al piso» , narró la modelo ante la justicia. La autopsia reveló que Verhagen sufría una cardiomegalía. Además, la modelo desveló que su pareja había tomado dos pastillas de Viagra.