Carole Ghosn, el cerebro tras la fuga del expresidente de Nissan

Señalada como cómplice de sus desfalcos y huida, se ha emitido una orden de arresto contra la esposa de Carlos Ghosn

La mujer de Carlos Ghosn durante la rueda de prensa ofrecida en Líbano por su marido el 8 de enero REUTERS
Pablo M. Díez

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Dicen que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer. Sea culpable o no de los delitos financieros que se le imputan en Japón, nadie duda de la enorme figura empresarial que es Carlos Ghosn (65 años), el expresidente de Nissan-Renault que huyó hace dos semanas de la justicia nipona para refugiarse en el Líbano. Allí le esperaba su esposa Carole (54), a quien algunos medios señalan como cómplice de su fuga de película dentro de unas cajas de instrumentos musicales en un jet privado.

Como no podía ser de otra manera, Ghosn se ha apresurado a desmentir que su mujer estuviera implicada y ha asumido toda la responsabilidad sobre su rocambolesca evasión. Cierto o no, y quizás por aquello de que siempre hay una gran mujer detrás de un gran hombre, Carole es una pieza fundamental en las acusaciones contra su marido por malversar los fondos de Nissan.

Con una orden de arresto de la Fiscalía nipona , que sospecha que mintió en su declaración ante las autoridades judiciales en abril del año pasado, Carole Ghosn arropó a su esposo esta semana en Beirut en su primera y multitudinaria comparecencia ante los medios tras su fuga. Abrazándola entre los aplausos emocionados de sus familiares, el expresidente de Nissan-Renault le dedicó los más sentidos elogios y volvió a insistir en que era víctima de una lucha de poder en dicho consorcio automovilístico. Por sus críticas a la justicia nipona, de la que denunciaron su imparcialidad y abusos , parece claro que ambos se quedarán en el Líbano, país que no tiene acuerdos de extradición con Japón.

Ghosn en 2013 con sus hijos Caroline y Anthony, y su esposa Carole CORDON

«Si hubiera tenido la certeza de que me esperaba un juicio y mi mujer podría vivir conmigo, jamás me habría ido de Japón», explicó Carlos Ghosn, quien halagó el «coraje» de Carole. Nacida en Beirut en 1966, esta empresaria de caftanes (túnicas musulmanas) de lujo tiene nacionalidad estadounidense. Divorciada en 2012 y con tres hijos, se casó cuatro años después con el entonces presidente de Nissan-Renault en una suntuosa boda al estilo María Antonieta en el Palacio de Versalles de París. Con dinero de la compañía , se sospecha que Ghosn habría pagado 50.000 dólares por alquilar el Grand Trianon para el enlace, en el que además se festejó el 50 cumpleaños de su esposa, recoge AFP.

Yates de la Belleza

Además, el nombre de Carole aparece en las pesquisas policiales por ser dueña de la empresa Yates de la Belleza, registrada en el paraíso fiscal de las Islas Vírgenes y dedicada a estas embarcaciones de postín. Los investigadores sospechan que allí fueron a parar cinco millones de dólares (4,4 millones de euros) pagados por Nissan a un distribuidor de Omán. Por supuesto, Carole Ghosn asegura «no saber nada» de los negocios de su esposo y lo ha defendido a capa y espada desde que fue detenido por primera vez en noviembre de 2018.

Conmocionada, se enteró por las noticias de que había sido arrestado a bordo de su avión privado y corrió a su encuentro. Pero no le dejaron verlo porque estuvo aislado 108 días y, según denuncia, sometido a interrogatorios interminables y con solo media hora diaria de paseos y dos duchas a la semana. Hasta su fuga, Carlos solo había podido reunirse con Carole dos veces en los últimos nueve meses, siempre en presencia de su abogado.

Tras su primera liberación, volvió a ser detenido a principios de abril en un registro al amanecer en su apartamento de Tokio. Tal y como cuenta Carole Ghosn, una mujer policía hasta la vigiló mientras se duchaba. Tras prestar declaración ese mismo mes, emprendió una cruzada global en defensa de su marido que la llevó a Francia y Estados Unidos para pedir ayuda a Macron y Trump. «Han destrozado nuestras vidas, estamos aterrados para siempre . Ha sido nuestro año más duro», se quejó en noviembre en una entrevista con Bloomberg TV. Denunciando los «abusos mentales» sufridos por su marido, se declaró «traumatizada», pero prometió seguir luchando para que se sepa «la verdad» sobre el «caso Ghosn».

Provocando un conflicto diplomático entre el Líbano y Japón, el expresidente de Nissan-Renault ha elegido huir de lo que ya ha denominado la « injusticia nipona ». En la salud y en la enfermad, en la riqueza y en la fuga, le acompaña su fiel esposa Carole.

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