Se acabó la fiesta para los reyes de la noche

Sin sesiones, sin giras, sin ingresos. La pandemia arrasa el gremio de los DJs, incluidos los más célebres y cotizados

Nacida en Jaén, B Jones (Bea Martínez) es nuestra DJ más internaci ABC

Nacho Serrano

Ellos y ellas eran las estrellas de la noche , los inaccesibles maestros de ceremonias que movían multitudes desde su inexpugnable cabina, pero la pandemia les ha cortado las alas y ahora están viviendo una situación realmente trágica, aún más que las de los músicos «de instrumentos» si cabe. Hay muchos melómanos que pagan por ver un concierto sentado y con distanciamiento social, pero ¿quién va a rascarse el bolsillo para asistir a una sesión de electrónica de baile en esas condiciones?

«Mi agenda ha pasado de estar llena a tener cero actuaciones», se lamenta DJ Nano , uno de los que reúne a más gente en sus sesiones , y embajador del gremio de la electrónica nacional ante el Rey Felipe VI en un reciente encuentro. En el último año ha actuado dos veces en el Wizink Center, la última ya en pandemia, con medidas de seguridad, «y fue bonito, pero lo hicimos sabiendo que íbamos a perder mucho dinero, y la verdad es que fue un poco raro, como era de esperar. Actuar así no va de la mano del espíritu de la electrónica, y por eso lo tenemos peor que otros músicos. Somos los que peor están saliendo parados de todo esto. Si se cumplen los peores augurios y no se puede volver hasta 2022, será la ruina total, tanto económica como mental, porque el golpe psicológico es devastador. Yo no he querido ni calcular cuánto dinero he perdido, porque entonces caigo en la depresión seguro. Y en mi caso, la ayuda que estoy recibiendo de la Administración es cero. Con esta pandemia estamos perdiendo dinero e ilusión, y por supuesto, la llegada de nuevos talentos».

Uno de esos Djs emergentes que tenían un año prometedor por delante es Wade , que describe el panorama como «una destrucción total de oportunidades y de motivación». Él ha dado varios shows en pandemia y asegura que «casi todos fueron extremadamente estrictos con la seguridad», pero alucinó al pinchar en junio en Italia, donde «no había ni mascarillas, ni nada», y se muestra sorprendido por el hecho de que en ninguno le pidieran hacerse un test antes de trabajar. Wade asume que ha perdido «toda la facturación del año», entre otras cosas porque todos los Djs han reducido su caché por la limitación de aforo y apenas ha podido cubrir gastos. Además, los royalties por escuchas en streaming son «irrisorias, y por eso estamos todos en número rojos no, sino violetas».

«Este iba a ser el mejor año de mi vida, la culminación de ocho años de trabajo», dice B Jones , nuestra DJ más internacional , que fue fichada por la compañía del pope David Guetta . «Iba a actuar en el escenario principal de Tomorrowland y en otros festivales en América, Asia, Europa, la residencia con Guetta…». Sus pérdidas son «todas, porque todo se ha cancelado», pero al menos ha podido encontrar una alternativa montando un taller online sobre cómo desarrollar una carrera en la escena que le está yendo «muy bien». Ella cobró ayudas durante dos meses, pero de pronto se ha cortado el grifo sin que conozca el motivo. Y tampoco entiende que se meta a esta escena en el saco del ocio y no de la cultura, algo a lo que no ayudó la imagen que ofrecieron los Djs Les Castizos en agosto, cuando escupieron alcohol sobre el público. «La euforia les hizo cometer un error muy grave que nos afectó a todos», concluye.

Dos de los DJs más populares en los festivales indies, Miqui Brightside y Eme Dj , están también en un túnel donde no se ve el final. «Al principio manteníamos un poco la ilusión con actuaciones en streaming, pero han ido bajando hasta casi desaparecer», dice Brightside al teléfono mientras comprueba si le afectan los nuevos confinamientos de Madrid. «Me he librado por una calle», ríe el artista, que tenía fechas en Corea y Japón, además de en varios festivales nacionales. Como señala B Jones, él opina que sería bueno derribar «el cliché del desmadre» que se vio en la sesión de Les Castizos, y de hecho ha ofrecido algunas sesiones con «todas las medidas de seguridad», pero igual que sus compañeros, entiende que no es una opción atractiva. «A no ser que te pongas en plan Café del Mar», dice en recuerdo del recientemente fallecido José Padilla . Sus pérdidas son igual de catastróficas que las de sus compañeros, tampoco ha podido acceder a ayudas, y ahora sólo le quedan los pírricos ingresos de las plataformas de streaming. «Me voy a reunir con Spotify a ver si pueden brindarnos un poco de apoyo en esta situación tan mala», anuncia.

El caso de su colega Eme Dj ilustra a la perfección la debacle del sector: «He tenido que volver a casa de mi madre en el pueblo , seguir viviendo en Madrid sin tener trabajo era un pozo sin fondo». Ella tenía nada menos que siete festivales este verano, pero todo se ha quedado en algunas sesiones en streaming, y para colmo tampoco ha podido acceder a ayudas así que está buscando alternativas laborales «para reciclarme hasta que esto mejore». Mientras tanto, empleará su tiempo en sacarse el carné de conducir y en otra tarea que está en las antípodas de la fiesta: escribir un libro.

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