La vida sobre ruedas de Lester
La vida le golpeó con fuerza. En el 2009 sufrió un ictus y otro en el 2011. Después, tras una...
La vida le golpeó con fuerza. En el 2009 sufrió un ictus y otro en el 2011. Después, tras una operación en tibia y peroné, generó una necropsia por culpa de la alergia a los metales. Y, por si eso fuera poco, en 2020 le atropelló un coche.Le tocó aceptar la silla de ruedas porque, solo con muletas, el sufrimiento es extremo y apenas consigue avanzar unos metros. Primero se recluyó, pero después, y con ayuda de rehabilitadores y fisios, empezó a trabajar el cuerpo y los resultados "De decirte que no vales un céntimo, a decir, valgo algo" elevaron su autoestima. Recuperó la afición que despertó en su infancia"Cuando era niño me subía a la bicicleta y me sentía libre. Ahora siento esa libertad q sentía cuando era niño" nos explicaPorque sobre la bici las piernas soportan menos peso y aunque el dolor no desaparece es menor que al tratar de caminar.Lester ha conseguido una beca para participar en la Titan Desert; 6 días de carrera por el desierto para demostrar a gente como él el inmenso valor de la voluntad