Los inmuebles, ante la ladera que podría venirse abajo
Los inmuebles, ante la ladera que podría venirse abajo - MAIKA SALGUERO

Otras 97 viviendas de Ondárroa (Vizcaya) son desalojadas por nuevos desprendimientos

El Ayuntamiento ya retiró el pasado martes de sus viviendas a 84 familias a causa de un corrimiento de tierras

BILBAO Actualizado: Guardar
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La situación en Ondárroa se agrava. Un nuevo desprendimiento en la ladera Kamiñalde ha obligado al Ayuntamiento de la localidad vizcaína a desalojar otras 97 viviendas en la calle San Ignacio, que se suman a las 84 que ya fueron evacuadas el pasado martes, según han confirmado a ABC fuentes municipales.

«La situación es grave. No se sabe si el monte va a aguantar», resumieron a este diario las mismas fuentes, pasadas las ocho de la tarde, de forma gráfica. Unas horas antes, sobre las tres, se desprendieron varias piedras de la ladera, algunas de un tamaño considerable, que impactaron contra la fachada de uno de los edificios. Al tratarse de un inmueble vacío, y de una zona acordonada, no se produjeron daños materiales.

En concreto, el consistorio ha decidido a última hora de la tarde, como medida de seguridad, que debían abandonar cuanto antes sus casas los vecinos de los portales 45 al 61 y del 48 al 52. Se sumaron, así, a los números del 40 al 46, nueve portales en total, que habían sido evacuados tres días antes.

En el nuevo desalojo colaboran efectivos tanto de Bomberos como de la Policía Municipal. El Ayuntamiento va a habilitar el polideportivo municipal para acoger a aquellos vecinos que no puedan recurrir a amigos o vecinos. Se ha movilizado a personal de la Cruz Roja para que faciliten tanto mantas como asistencia psicológica a quien pueda necesitarla.

Incertidumbre

La situación en la localidad costera vizcaína es de preocupación e incertidumbre. Los geólogos y topógrafos pidieron el jueves más tiempo para determinar el alcance de unos desprendimientos a los que no han ayudado precisamente las intensas precipitaciones registradas en las últimas jornadas. «Trabajan día y noche», precisaban las citadas fuentes municipales para describir la labor de los técnicos. Existen fundadas sospechas de que la ladera podría venirse abajo al completo, pero los datos que manejan todavía no son definitivos.

El jueves, a la vista de que aumentaban las fisuras en Kamiñalde, el consistorio de Ondárroa optaba por aplicar el plan de emergencia. Este viernes, además de los nuevos desalojos, y por recomendación de los expertos, quedaba cerrada al tráfico la calle San Ignacio. El muro de hormigón levantado ante la ladera ha sufrido roturas ante el impacto de las piedras desprendidas, que mantienen en vilo a los vecinos.

El Ayuntamiento ha repartido entre los afectados fichas para que detallen su situación y puedan ser atendidos por los servicios sociales a partir de la próxima semana.

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