Dos vehículos provocan los primeros dos grandes incendios del verano en Madrid

Un hombre ha sido detenido por realizar trabajos de campo con un turismo en pésimas condiciones, que salió ardiendo

Las llamas asuelan una zona de monte de Robledo de Chavela EFE / Vídeo: Los bomberos luchan contra un incendio en la localidad madrileña de Robledo de Chavela - AT

A. S. M.

Las altas temperaturas han sacudido el norte y oeste de la región, con dos incendios declarados en las últimas 48 horas que han motivado una amplia movilización de los servicios de emergencia. El último se desató ayer a mediodía cuando, alrededor de las 12.20 horas, un motorista sufrió un accidente leve en la M-512. El vehículo, que quedó totalmente calcinado, originó previsiblemente el fuego, extendido por una zona de monte dentro del término municipal de Robledo de Chavela. Pese a que el enclave afectado no cuenta con núcleos poblacionales cercanos, la Comunidad de Madrid activó por la tarde el nivel 2 del Plan de Protección Civil contra los Incendios Forestales (Infoma), ante el temor de que las llamas pudieran propagarse y poner en jaque a la población de Zarzalejo.

Hasta 16 dotaciones de bomberos de la Comunidad de Madrid, cuatro brigadas regionales helitransportadas, brigadas forestales, dos medios aéreos del Ministerio de Medio Ambiente y miembros de Protección Civil de las localidades de El Escorial, El Boalo o Zarzalejo trabajaron en las labores de extinción de un incendio que, si bien al cierre de esta edición seguía sin estar controlado, se esperaba que pudiera estarlo a lo largo de la noche. Se solicitó, además, el apoyo de la Unidad Militar de Emergencia (UME), cuyos efectivos fueron repartidos en distintos puntos desde el Centro de Coordinación Operativa (Cecop), explicó el director general de Seguridad, Protección Civil y Formación de la Comunidad de Madrid, Luis Miguel Torres.

Las fuertes y cambiantes rachas de viento, intensificadas a media tarde, añadieron mayor dificultad a las tareas, ya de por sí complicadas, debido a la escarpada orografía del terreno. Además de M-512, fueron cortadas las carreteras M-533 y M-521 y la línea C3 de Renfe entre las estaciones de Zarzalejo y Santa María de la Alameda. El vicepresidente del Gobierno regional, Ignacio Aguado, hizo un llamamiento a los ciudadanos a través de su cuenta de Twitter para evitar que circulasen por la zona. Con todo, no se procedió al desalojo de ninguna vivienda.

Hecho que sí sucedió el sábado, con la salida controlada de casi mil personas afincadas en dos urbanizaciones de El Casar (Guadalajara) y Valdepiélagos (Madrid), a consecuencia de otro incendio declarado en el propio municipio madrileño de Valdepiélagos. La Guardia Civil detuvo ese mismo día por la noche a un hombre, español de 44 años, acusado de negligencia grave por realizar trabajos en el campo con un vehículo en pésimas condiciones, que salió ardiendo. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil investiga las causas del siniestro.

El incendio del vehículo se trasladó al pasto contiguo al asfalto y motivó su consecuente esparcimiento por un campo de cereal. Las llamas fueron dominadas a las 21.10 del mismo sábado, tras más de nueve horas fuera de control. El desalojo de las casas más próximas se produjo pasadas las tres de la tarde y no fue hasta las 22.25 cuando los servicios de emergencia permitieron el regreso de los vecinos, con la obligación de no abrir las ventanas, entre otras medidas de prevención.

Imagen aérea de la zona de Valdepiélagos, tras el incendio del sábado EFE

Según los primeros cálculos, quedaron devastadas alrededor de 900 hectáreas, de las cuales el 60% corresponden a superficie agrícola y el 40% a forestal. El servicio de prevención y extinción de incendios de Castilla-la Mancha (Infocam) resaltó el trabajo conjunto llevado por las comunidades de Castilla-La Mancha y Madrid para atajar un fuego que afectó a construcciones dispersas en mitad del monte. Una vivienda prefabricada y varios jardines de otras casas ardieron en la urbanización madrileña de El Frontal.

El verano pasado, un incendio surgido en una zona de cultivo con arbolado disperso en Almorox (Toledo) se convirtió en el peor del último siglo para la región madrileña, después de que en solo tres días calcinara casi 3.300 hectáreas, 2.500 dentro de la Comunidad de Madrid.

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