Se reabre al público la "Capilla Sixtina valenciana".

Abran bien lo ojos y no pierdan detalle porque los frescos barrocos de la Iglesia de San Nicolás de Bari, en Valencia, vuelven a lucir todo su esplendor.Hay quien se emociona y no es para menos. Algunas de las pinturas de Dionís Vidal, discípulo de Palomino, han estado ocultas tras una capa de cal durante más un siglo.El hollín y la humedad habían desfigurado las imágenes. Para su recuperación, se han empleado técnicas pioneras como la  biolimpieza.Hay quien incluso se atreve a comparar estos frescos con los de la Capilla Sixtina.La Universidad Politécnica de Valencia y la Fundación Hortensia Herrero han colaborado en este proyecto que devuelve a Valencia un auténtica joya artística.