Arrumbadores, un oficio en extinción

Moisés y Javier llevan cuidando estas botas casi cuarenta años. Por sus manos han pasado miles de...

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Moisés y Javier llevan cuidando estas botas casi cuarenta años. Por sus manos han pasado miles de barricas que han calzado al milímetro. Son arrumbadores, los que montan estas andanas y cuidan el paso del tiempo, el tiempo que da la solera al vino. De una bota a otra, y trasegando para airearl. Sin embargo, lo que ahora se hace a mano es puntual. La tecnología se ha hecho hueco: ya no se sube la bota con cuerdas, ni se levanta en carros como antaño. Es una profesión que está en decadencia. Eso lo sabe bien Ángel, ya jubilado ha mimado cada bota desde los 23 años. Además de arrumbador es maestro de arrumbadores. Los avances han adelantado trabajo, pero la artesanía sigue siendo clave. Para que el buen caldo vaya a su ritmo, para que el vino lance su aroma.-Redacción-

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