Más de 150 graduados en medicina se ofrecen para aliviar la Atención Primaria gallega

Los seleccionados se unirán dos o tres meses a los 86 doctores jubilados que ya dan apoyo en los ambulatorios

El conselleiro de Sanidade defiende las medidas para descongestionar los centros, saturados por la pandemia

El conselleiro Julio García Comesaña, este martes en el pleno del Parlamento gallego Miguel Muñiz

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En lo esencial, el diagnóstico es compartido por las tres fuerzas políticas del arco parlamentario gallego: que no hay suficientes médicos de familia y que la explosión de casos de la variante Ómicron del virus ha saturado los centros de Atención Primaria. Luego, discrepan sobre el por qué y las responsabilidades –unos apuntan al Ministerio, otros a San Caetano–, pero coinciden en la evidencia de la escasez de facultativos. Ante esa realidad, la Xunta maniobra en varios frentes para achicar las necesidades de los ambulatorios. Primero, fue el anuncio de que 86 médicos jubilados se incorporarían para echar una mano en los centros de salud, sobre todo en tareas burocráticas: recetas y bajas. Y este martes, el conselleiro del ramo, Julio García Comesaña, ha aprovechado su comparencia en el pleno del Parlamento gallego para adelantar que más de 150 licenciados en medicina han acudido a la llamada de la Xunta para unirse temporalmente a estas labores de apoyo.

Son algo más de 150 los graduados y licenciados que han presentado su candidatura –el plazo acabó el lunes–, pero la Consellería de Sanidade todavía estudia sus perfiles antes de contratarles . Sin embargo, pocos parecen que puedan ser los que se queden fuera, teniendo en cuenta, que, para concurrir, era «suficiente con la posesión del título de licenciado o graduado en medicina». Así lo recogía la publicación del Diario Oficial de Galicia (DOGA) que, a principios de mes, anunciaba la convocatoria. Aunque también advertía que el Servicio Galego de Saúde (Sergas) valoraría tanto el expediente académico de los aspirantes como su experiencia previa, tanto en centros médicos públicos como privados. Este segundo aspecto se antoja más encaminado a la concesión de los destinos preferentes de cada candidato –la idea es distribuir a los técnicos por las 14 áreas sanitarias– que para rechazar sus candidaturas.

Una medida temporal

Las tareas que llevarán a cabo estos graduados en medicina –sin el MIR– serán las mismas que las que ya están realizando los médicos jubilados recientemente incorporados, a los que el conselleiro este martes ha querido agradecer explícitamente su trabajo; por ejemplo, en la tramitación de bajas: más de 6.000 en la última semana, según cifró Comesaña en su comparecencia. A estas labores, esencialmente de apoyo burocrático, se unirán a principios de febrero, tras una pequeña formación , los licenciados en medicina para tramitar altas y bajas; secundar a los médicos titulares en la atención sanitaria, encargarse de recetar y también del seguimiento de los pacientes crónicos. A los candidatos finalmente seleccionados, el Sergas les hará un contrato de dos o tres meses de duración , cobrando la parte proporcional de un sueldo bruto anual de 42.393 euros.

La incorporación temporal de jubilados y jóvenes graduados forman parte de las medidas enumeradas este martes por el conselleiro con el objetivo de descongestionar la atención primaria, pues son estos los centros más castigados por Ómicron, variante reina de la sexta ola: número de contagios desbocado pero en general de menor gravedad que las variantes anteriores. Por eso, la presión hospitalaria sigue razonablemente controlada : medio centenar de pacientes en las UCIs y 588 ingresados en plantas convencionales, según el último balance.

Comesaña ha enumerado otras medidas, tomadas durante estos meses para aliviar la presión en ambulatorios: el desvío de la vacunación –con excepción de la de mayores de 80 años– y las pruebas PCR y antígenos a centros externos a la Atención Primaria; la emisión del certificado Covid en farmacias; la puesta en marcha del centro de seguimiento de contactos o las autodeclaraciones de contagiados. Todo para no saturar más los ambulatorios.

Un problema estructural

Son medidas paliativas para corregir un déficit estructural, la falta de médicos, que acabó de agravar la pandemia. «Se nos propone más personal, pero el personal es el que tenemos, no hay una solución sencilla, no es un problema solo gallego» , ha argumentado Comesaña, con la mirada puesta en el Ministerio. Para Julio Torrado, portavoz en la Cámara del PSdeG para esta materia, se trata de «un problema de recursos y de modelo». «El Covid hizo más llamativo el problema, pero ya había 15 días de espera –en ambulatorios– antes de la pandemia », ha añadido el socialista.

También desde las filas nacionalistas Montse Prado señalaba a la Xunta como responsable del colapso: «Cuántos años llevamos advirtiéndoles de lo que iba a pasar... hay muchas medidas que se pueden tomar y que no se está tomando. Galicia está a la cola en inversión en Atención Primaria », ha considerado la diputada del BNG. Comesaña ha intervenido este martes ante el pleno a petición propia, después de que el PP rechazase con anterioridad su comparecencia en la diputación permanente durante las Navidades.

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