Bomberos en zodiac en las calles de Sada, el epicentro del temporal
Bomberos en zodiac en las calles de Sada, el epicentro del temporal - EFE

Unas históricas inundaciones colapsan el noroeste coruñés

Sada fue el municipio más afectado por las fuertes lluvias. El concello solicitó la declaración de zona catastrófica

Santiago Actualizado: Guardar
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las intensas lluvias que descargan desde la madrugada de este miércoles en el noroeste de la provincia de La Coruña han dejado a su paso un reguero de incidencias, cortes de tráfico, inundaciones, desbordamientos, desprendimientos y hasta la petición de declaración de zona catastrófica en el municipio de Sada. Las localidades del entorno de La Coruña fueron las más perjudicadas por la alerta de nivel naranja que ayer afectó a parte de la Comunidad y que dio paso a una jornada marcada por el caos. Desde primera hora de la mañana, vecinos de Sada tuvieron que ser desalojados de sus viviendas debido al aumento del nivel del agua que en determinadas zonas del municipio alcanzó el metro de altura.

Las clases se cancelaron y, coincidiendo con la pleamar, pequeñas embarcaciones de Protección Civil y del Instituto Armado empezaron a recorrer las calles más afectadas para auxiliar a los vecinos que se habían quedado aislados.

Las bolsas de agua fueron una constante durante toda la jornada de ayer en la provincia de La Coruña

El ir y venir de las zodiac marcó la jornada en este concello coruñés que al final de la mañana reunió a su gobierno para solicitar la declaración de zona catastrófica debido a unas inundaciones que los habitantes calificaron como históricas. Pese a que el caos desatado no dejó margen para hacer balance de daños, el alcalde de Sada no dudó en vaticinar que estos iban a ser «cuantiosos», teniendo en cuenta que el recinto escolar del municipio estaba anegado y que el agua también había entrado en el pabellón polideportivo. El ayuntamiento puso a disposición de las familias desalojadas un hotel cercano para que pudiesen albergarse y reponerse del susto.

Cortes de carreteras

Los momentos de tensión vividos en Sada coincidiendo con el momento en el que más agua descargó sobre la localidad se repitieron en otros municipios de la comarca, caso de Oleiros, Bergondo o Cambre. En esta última localidad, el desbordamiento del río a su paso anegó el puente que lo cruza y obligó a cortar una céntrica calle, al igual que ocurrió con el río Gándara en la carretera de Seara. En Bergondo, la circulación quedó cortada en el ramal de la AP-9 que conecta con N-VI. Los incidentes en los viales fueron la tónica de la mañana también en Cabana de Bergantiños, Santa Comba, Zas, Vimianzo o Dumbría, donde las precipitaciones fueron intensas durante todo el día.

Efectivos de emergencias de la localidad reconocieron estar «desbordados» por la gravedad del temporal

Carballo fue otro de los puntos negros de la provincia. En esta localidad coruñesa las incesantes lluvias aislaron a tres vecinos que tuvieron que ser rescatados a primera hora tras comprobar que su vivienda esta totalmente anegada. Con multitud de sótanos y bajos inundados, los efectivos del servicio de emergencias reconocieron que estaban «desbordados» ante la alerta desatada por la inesperada magnitud del temporal. Cerca de este municipio, los pasajeros de un vehículo que se quedó atrapado por el agua tuvieron que ser auxiliados. Una escena que se repetiría en otros viales de la comarca durante una jornada marcada por los colapsos.

Las bolsas de agua y los problemas en el tráfico rodado fueron una constante en todo el noroeste de la provincia, con desprendimientos que desde primera hora de la mañana de ayer obligaron a cortar viales y a desviar la circulación por otras carreteras menos afectadas. Tráfico advirtió durante todo este miércoles de las dificultades registradas a la altura de Zas a lo largo de casi diez kilómetros debido a la acumulación de agua en la calzada y también en el entorno de Santa Comba. Las precipitaciones —hasta 109 litros por metro cuadrado en Mazaricos— afectaron de igual manera a otros puntos estratégicos de la red viaria gallega como la salida de la AP-9 hacia Betanzos.

Desprendimientos

Los bomberos de Cee también tuvieron que intervenir durante la madrugada de ayer en la retirada de un desprendimiento de tierra y piedras en la carretera AC-440, que une Berdoias y Muxía y que cortaba por completo la circulación, informó Efe. Además hubo retenciones en la DP-2904 a la altura de Castriz en el kilómetro 14 por inundaciones. En la provincia de Lugo, en la A-8 a la altura de Mondoñedo, la circulación estuvo condicionada por el fuerte viento entre los kilómetros 534 y 552.

A media mañana de ayer, el servicio de Emergencias 112 había recibido un total de 121 incidencias, la mayoría de ellas concentradas en la provincia de La Coruña, en alerta naranja por fuertes precipitaciones. Las llamadas más comunes tuvieron que ver con carreteras anegadas, con 26 incidentes, 17 por la presencia de tierra y piedras en la calzada y ocho por bolsas de agua; y también las inundaciones en viviendas, con 25 casos, 17 en garajes, 13 en varias calles y seis en bajos comerciales.

Aunque con la vista puesta en el cielo y en el nivel de los ríos, se espera que la situación mejore de cara a la jornada de hoy. Por lo de pronto, el aviso nivel naranja virará este jueves a amarillo o incluso se desactivará en algunos de los municipios con los que ayer se cebó la lluvia. Pese a todo, el día estará marcado de nuevo por los chubascos, que no se retirarán de la Comunidad hasta el viernes. Además de las precipitaciones, más probables en la mitad norte, la cota de nieve descenderá hasta los 800 metros por la mañana, ascendiendo a los 1.200 metros por la tarde. Las temperaturas mínimas, por su parte, sufrirán un moderado descenso con la formación de heladas en zonas altas. De ahí que los servicios de emergencias pidan que se extreme la atención al volante para evitar posibles incidencias.

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