Memoria histórica

Ferrol amaga con trasladar restos de la familia Franco a una fosa común

El Concello decide expropiar una tumba en la que reposan los abuelos paternos, una tía y una hermana del dictador

Tumba regalada en 1967 a Francisco Franco en el cementerio municipal de Ferrol MIGUEL MUÑIZ

Irina Palmeira

La tumba de la familia Franco en Ferrol no hay flores. La ausencia de algunas de las letras de la lápida evidencia que desde hace años nadie prestaba atención al túmulo. Pero tras el anuncio del Gobierno de Pedro Sánchez de que exhumará los restos del dictador del Valle de los Caídos la edificación funeraria ha recobrado protagonismo. Regalada en 1967 a la familia del dictador por el Ayuntamiento de su ciudad natal, el pleno del consistorio gobernado por la marea local, Ferrol en Común, aprobaba esta semana iniciar los trámites para recuperar su propiedad y evitar un eventual traslado del caudillo al camposanto.

La posibilidad de que los descendientes de Franco decidan enterrar allí al dictador es remota . Álvaro Montes, alcalde accidental de la ciudad en sustitución de Jorge Suárez, confirma que la familia no se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento. De momento, su único pronunciamiento ha sido a través de un conducto notarial enviado al Abad del Valle de los Caídos, en el que los nietos manifiestan su rechazo a la exhumación y avisan de que no piensan hacerse cargo de los restos.

«En Ferrol éramos muchos los que sabíamos que existía el nicho pero no le dábamos más importancia», explica el historiador Enrique Barrera, secretario de la Asociación Memoria Histórica Democrática. Barrera cree que el debate abierto ahora por los grupos municipales, tras la publicación de un artículo en El Correo Gallego desatando la existencia de la tumba, «es un absurdo total». «Los restos de Franco no van a venir para Ferrol. La relación del dictador con su ciudad natal siempre fue mala» , argumenta. Franco, afirma, quería pertenecer a la élite ferrolana que conformaban los militares de la Marina, presentes en la ciudad desde la época de Felipe V. Pero lo rechazaron por bajito.

Tras el redescubrimiento de la tumba, el alcalde de la confluencia rupturista, Jorge Suárez, manifestó que una vez entregados los restos de Franco a sus allegados lo que hiciesen con ellos era «una cuestión de ámbito absolutamente privado». Pero los grupos municipales del Bloque Nacionalista Galego (BNG) y del PSOE decidieron presentar mociones en el Ayuntamiento para que quedara patente que Ferrol, una ciudad que durante 44 años llevó en su nombre el apéndice del Caudillo, rechaza al dictador. El alcalde rectificó y todo su grupo votó a favor. Su compañero de filas, Álvaro Montes, explica que el cambio de criterio llegó cuando tras bucear en el archivo municipal se descubrieron los documentos que acreditaban que la tumba no había sido comprada por la familia sino un regalo que la ciudad realizó en 1967 durante el mandato del alcalde franquista Rogelio Cenalmor . Según los papeles, la decisión se tomó «debido a la gran deuda de gratitud que esta ciudad tiene con su hijo más ilustre». Ese mismo año se encargó la estatua ecuestre que hasta 2002 presidiría la Plaza de España de la ciudad.

Además del rechazo al eventual traslado para evitar que la ciudad se convirtiese en un nuevo punto de peregrinaje de simpatizantes del régimen, la moción del Bloque también solicitaba iniciar los trámites administrativos para recuperar la propiedad municipal de la tumba. El punto se aprobó con los votos a favor de los grupos de izquierdas y con la abstención del PP y Ciudadanos . «Consideramos que no es un tema ni relevante, ni prioritario y que los problemas que preocupan a los ciudadanos son otros», explica Martina Aneiros, portavoz de los populares en Ferrol.

Proposición «atrevida»

Pero el proceso de recuperación de la tumba podría complicarse. En ella descansan los restos de los abuelos paternos, una tía y una hermana pequeña del dictador. Los planes del Ayuntamiento pasan por requerir a la familia el pago de las tasas del túmulo de los últimos cuatro años, ya que el resto de recibos ya están prescritos . Si no abonasen la factura, la tumba pasará automáticamente a manos municipales y los Franco tendrían que decidir entonces qué hacer con sus allegados. «Si la familia tampoco quiere hacerse cargo de estos restos, serán llevados a una fosa común», aseveró este lunes el alcalde, Jorge Suárez. Para Aneiros, la advertencia del regidor «es demasiado atrevida». La portavoz municipal del PP pide que se le dé el mismo trato a los familiares de Franco que «el que se daría a cualquier vecino» .

Álvaro Montes explica que de momento el Consistorio todavía no ha reclamado el pago de las tasas y que «los servicios jurídicos del Ayuntamiento están trabajando para hacer los requerimientos oportunos». Según el historiador Enrique Barrera, en la ciudad naval ya no queda ningún pariente de Franco . Si aún así alguien se hiciese cargo de la deuda, el Consistorio cuenta con otra alternativa para recuperar la propiedad del túmulo. El siguiente paso sería convocar otro pleno para revocar el acuerdo adoptado en 1967. Montes explica que actualmente está «en estudio por parte de la asesoría jurídica del Ayuntamiento» cuál sería el destino final de los restos de los familiares del dictador. «Esperemos que lo de depositarlos en la fosa común no sea la única opción posible» , apunta. Para el alcalde accidental, la mejor solución sería que la familia optase por hacerse cargo y depositar sin privilegios a sus familiares en el cementerio.

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