Feijóo, durante el pleno de ayer
Feijóo, durante el pleno de ayer - EFE

Feijóo tacha de «indigna» la denuncia por los tratamientos de la hepatitis C

Ve «intereses» detrás de la misma y apunta que «la mayor parte» de los profesionales sanitarios opinan igual

Santiago Actualizado: Guardar
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Después de que en las últimas sesiones de control al Gobierno se diesen duros debates, la de ayer —en teoría la penúltima hasta la disolución del Parlamento— parecía un remanso de paz, en el que apenas una batalla de cifras entre el presidente y los portavoces de la oposición caldearon el ambiente. Pero la paz suele durar poco esta legislatura en O Hórreo.

El grupo de AGE, en el que el resultado electoral dibujó rostros menos alegres que en las pasadas semanas, rescató ayer uno de sus temas preferidos en estos tiempos para intentar hacer mella en la gestión de Alberto Núñez Feijóo, el de la denuncia por supuestos retrasos en la administración de los fármacos contra la hepatitis C.

El viceportavoz parlamentario de los populistas, Antón Sánchez, aderezó la crítica con su retórica habitual, trufada calificativos hacia el presidente, como «soberbio» o «indigno», y le reprochó que en esta cuestión se comportó «con una actitud propia de un matón».

«Su catadura moral lo retrata. Siga usted así», le espetó Feijóo a Sánchez. El máximo mandatario autonómico volvió a refutar las acusaciones de los grupos de la oposición con argumentos similares a los empleados hace meses. Así, opinó que vincular el dinero con la vida de las personas es «una trampa moral», y recordó que la Xunta lleva invertidos en tratamientos para la enfermedad 130 millones de euros, una suma «con la que se podría construir 65 nuevos centros de salud o todo un hospital comarcal».

Del mismo modo, recordó que la adjudicación de los fármacos se llevaba a una subcomisión de profesionales —similar a las que existen para otras dolencias— que decidían en base a expedientes anónimos si en cada caso era conveniente o no administrar el fármaco. «Si en más del 99% de los casos el tratamiento fue concedido, en los restantes no fue así porque los profesionales debían valorar si los efectos secundarios podían ser peligrosos», apuntó, para ilustrar la afirmación con uno de los enfermos que aparecen en la denuncia, al que se le denegó el medicamento porque podría resultar potencialmente mortal según su cuadro médico.

Feijóo, en la defensa de su gestión de la situación, pasó a la ataque y calificó la denuncia contra los altos cargos del Sergas de «indigna», y aseguró conocer «perfectamente» los «intereses» que la motivaron. «Lo sé y por eso reitero: cuando médicos que hacen trasplantes hepáticos a 100.000 euros cada trasplante y después dicen que se disminuye el dinero de la Hepatitis C es indigno. Y la inmensa mayoría de los facultativos del Sergas consideran indigna esa denuncia y su posicionamiento», recalcó el presidente.

Posición política

El viceportavoz de AGE contraatacó acusando a Núñez Feijóo de intentar desprestigiar a un trabajador público, en referencia al médico que denunció los casos, pero más tarde el presidente concluyó el debate apuntando que «comprendo que haya políticos, periodistas o médicos que intentan extender una idea falsa del funcionamiento de la sanidad pública, pero que un político lo haga en la Cámara es despreciable. Que lo reitere es doblemente despreciable». En el mismo sentido, Feijóo reivindicó haber pasado nueve años de su carrera «intentando mejorar la sanidad del país» mientras los populistas «tienen como único objetivo destrozar el sistema».

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