Una cuidadora sin papeles explotada por la empresa de Lugo: «Trabajé mes y medio y me pagaron 325 euros»

La arbitrariedad era la norma en cuanto a las cantidades que la empresa investigada de Castroverde pagaba en negro a las cuidadoras, en su mayoría inmigrantes latinoamericanas, que trabajaban sin contrato ni papeles en domicilios particulares de la provincia de Lugo. Tampoco había un calendario pautado de horarios y libranzas. Pero sí hay un denominador común en las decenas de 'empleadas' que estaban sometidas a esta supuesta explotación laboral: los sueldos eran insultantes y las jornadas de trabajo maratonianas. Lo relata a ABC una de las víctimas: «Trabajé casi un mes y medio con ellos, y por todo lo que hice solamente me pagaron 325 euros» .

Esta joven, de nacionalidad colombiana, vivía y trabajaba en Suiza, pero no acababa de adaptarse al país centroeuropeo por cuestiones idiomáticas. Fue por eso que, cuando a través de un contacto, se enteró de que en Galicia –lugar en el que ella jamás había estado– había una empresa que daba trabajo como cuidadoras a personas extranjeras sin necesidad de tener regularizada su situación en España, no lo dudó ni un momento. Así pues, se puso en contacto con la responsable de la empresa Asistencia Castroverde, Montserrat L., quien, según su versión, le prometió que trabajaría como interna cuidando a una persona mayor. Lo que se encontró al llegar en Galicia, en donde aterrizó dejando atrás provisionalmente a sus dos hijos, de 15 y 11 años, no fue, ni mucho menos, lo esperado: «Me sentí engañada, me trataron fatal» , relata a este diario.

Los despropósitos comenzaron ya nada más poner un pie en el aeropuerto de Santiago: la familia que tenía que recogerla se retrasó un par de horas. Y luego, laboralmente, su trabajo poco tenía que ver con la estabilidad que presuponía: iba cubriendo huecos, de familia en familia, sustituyendo a otros empleados, que, por las razones que fueran, no estaban disponibles.

De ese mes y medio en que trabajó para 'Montse', esta joven estuvo dos semanas seguidas, de lunes a domingo, atendiendo a una persona dependiente las 24 horas del día. En otra ocasión, siempre según su versión, tuvo que hacer una guardia de doce horas para acompañar a una persona que estaba hospitalizada. Por esa jornada, en concreto, dice que cobró solo 33,3 euros. Otro de sus destinos en ese mes y medio fue una casa en la que debía atender a una joven tetrapléjica que necesitaba una grúa para levantarse. «Yo no sabía ni cómo se usaba la grúa», relata a este diario . En esa casa solo aguantó un día. Asegura que le «trataron fatal», y, cuando se lo comentó a Montserrat L, le amenazó con echarla. Tampoco le pagó el día.

Esta joven estaba en contacto telefónico con la responsable de la empresa, pero nunca llegó a verla en persona. «A mí me pagaba Yudith», explica a ABC. Efectivamente. esta mujer era, supuestamente, una de los cuatro colaboradores de Montserrat L. para captar inmigrantes sin papeles –mujeres latinoamericanas, en su mayoría–, encargándose además de hacer los pagos a las víctimas, en sobres y en negro. En total, el Juzgado de Instrucción 3 de Lugo investiga a cinco personas – incluida una hija de la responsable de la empresa, que también en ella, pero con contrato – por supuestos delitos de explotación laboral.

La investigación contra la responsable de Asistencia Castroverde y sus supuestos colaboradores arrancó a finales de 2019, con la intervención del teléfono de Montserrat L. De los pinchazos, según la Guardia Civil, se desprende que pagaba sueldos misérrimos «aprovechando la situación de vulnerabilidad, necesidad económica y estancia irregular» de las víctimas.

Aunque hace más de dos años que la investigación está en marcha, Asistencia Castroverde, que se encuentra en liquidación, figura todavía en el Registro Único de Entidades Prestadoras de Servicios Sociales de la Xunta. De 2013 a 2019, la empresa de Montserrat L. gestionó el programa de ayudas en el hogar del Concello de Castroverde , y de 2019 hasta junio de 2020 asumió el mismo programa en Meira. En total, prestó 3.931 horas de servicio , según la web de la Consellería de Política Social. Preguntado por ABC, este departamento asegura que en ningún momento detectaron deficiencias –hubo una inspección en 2021 que concluyó sin expedientes– en el servicio asistencial que prestó la empresa y que nadie les informó de la investigación judicial. Las memorias que la empresa presentó a la Xunta en 2019 y 2020 son casi idénticas: un 'corta y pega', palabra por palabra, de folio y medio. Con la excepción de que en la de 2020 hay una leve alusión al Covid y también a que «las auxiliares de domicilio cuentan todas con calificación suficiente para la realización del servicio» .