Alberto Varela - Crónicas atlánticas

Cambio

Alcaldes más pendientes en hacer de comparsa de Colau, Carmena y Kichi que de solucionar los problemas

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Así que la revolución de las Mareas era esto! Subir impuestos e intentar arreglar el mundo sin solucionar los problemas de los vecinos, como en las tabernas a altas horas de la madrugada. Ojalá nos hubiesen explicado antes que el cambio consistía en estar muy atento a las competencias de otras administraciones y olvidar las propias, discutirlo todo, pisotear las tradiciones y atacar a la Iglesia… y mientras tanto la casa sin barrer, las camas sin hacer y el fregadero a rebosar con la vajilla criando bacterias. Llama la atención que les sobre tiempo para estar en las redes sociales —qué ímpetu, parecen universitarios—, pero no encuentren hueco para llevar un ayuntamiento como Dios manda.

En Santiago PP y PSOE nos salvaron de una subida del IBI injusta, pero en La Coruña y Ferrol, que se preparen las empresas porque tanto Ferreiro como Suárez están dispuestos a sacarles todo lo que puedan en forma de subida de impuestos, y si cierran, que cierren.

Ese afán recaudatorio podría estar justificado si nos encontrásemos a gestores extraordinarios que convierten en bienestar social cada euro que reciben del contribuyente, pero muy lejos de eso lo que vemos son ciudades en las que los servicios públicos funcionan a trancas y barrancas y alcaldes más pendientes en hacer de comparsa de Ada Colau, de Manuela Carmena o del gadinato Kichi que en solucionar los problemas de sus ciudadanos.

El casco histórico de Santiago está tomado por drogadictos que espantan a los turistas; en La Coruña están empeñados en cuestionar todas las obras que hace el Ministerio de Fomento, y en Ferrol tienen el alma dividida entre su alergia a la religión y el hecho de que la Semana Santa sea la celebración que más turistas congrega en la ciudad.

En las últimas municipales una parte del electorado se dejó seducir por ellos. Eran vírgenes, no estaban manchados por la gestión, y además la marca Podemos cotizaba al alza. Con lo que sabemos ahora, ¿colará el 20 de diciembre que los que no saben qué hacer en los concellos tienen soluciones para el país?

Difícil me parece.

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