Brutal agresión a un futbolista al que los rivales rompieron la nariz en el campo

El encuentro de tercera regional que el Xinzo de Ponteareas y el Guillarei de Tui mantuvieron el pasado domingo terminó cuatro minutos antes de que se cumpliese el tiempo reglamentario. El árbitro pitó el final del partido y se dirigió a los vestuarios mientras varios jugadores del club tudense machacaban a golpes a un jugador del equipo contrario , tendido en el suelo sin poder defenderse. La víctima de esta brutal paliza, José Lage, de 26 años, explica en una charla con ABC que lo que iba a ser una tarde de fútbol «se convirtió en una pesadilla» de la que despertó con la nariz rota y fuertes traumatismos en la cabeza . «Sabíamos que íbamos a un campo complicado porque los compañeros de otros equipos nos lo habían advertido, pero nunca pensamos en esto. Nada más llegar vimos que había mucho público, incluso con bombos, pero no era una afición sana . Al empezar el partido comenzaron los insultos desde la grada y las entradas a la altura de la cabeza en jugadas en las que no mediaba ni siquiera el balón».

En pleno proceso de recuperación por la brutalidad de la paliza recibida, el futbolista explica que él salió al campo en la segunda parte con el marcador cero a cero. «Nada más entrar se produce una jugada de balón discutido y ya cuando la pelota estaba al otro lado del campo recibí una fuerte patada en el trasero . Yo caigo al suelo y me encaro con el jugador que me había golpeado, nos empujamos y es cuando entra al terreno de juego el entrenador rival, que me agarra por el cuello con una mano y me inmoviliza con la otra». En ese momento varios rivales se abalanzaron sobre el jugador del Xinzo Fútbol Club golpeándolo en la cabeza mientras sus compañeros trataban de mediar para que parase la agresión. «Yo no me lo creía. Solo escuché que el árbitro pitaba el final del partido y que aquello no acababa», afirma José.

Tras varios minutos de golpes y patadas, los compañeros del Xinzo lograron rescatar al futbolista y sacarlo del campo, de donde salió entre los insultos de un público que llegó a vilipediar hasta a su novia. «Me dijeron que ojalá no volviese a jugar y se rieron porque decían que sangraba como un cerdo». Pese a la gravedad de lo ocurrido en el campo del Guillarei, el acta arbitral no refleja ninguna agresión , por lo que el club ha recurrido ya ante la Federación Gallega de Fútbol.

José fue trasladado al hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo donde un parte médico da cuenta de las heridas sufridas. La más dolorosa, confiesa, una rotura de nariz que obligó a los médicos a recolocársela sin anestesia. Mecánico de profesión, el jugador del Xinzo está de baja laboral por las lesiones ocasionadas. «Después de todo hablé con el jugador que me disputó el balón y lo arreglamos. Él mismo me dijo que a sus compañeros se les había ido la olla », explica. También ha recibido decenas de llamadas de apoyo de otros compañeros de liga, solidarizados con el caso. Es la cara amable de la moneda de un asunto que está ya en manos de abogados.