Vista aérea de la construcción de la desaladora de Torrevieja
Vista aérea de la construcción de la desaladora de Torrevieja - ABC
EL PROBLEMA DEL AGUA

La desalación implicará trasvases para purificar el agua en La Pedrera

El exceso de boro hace más caro el caudal al tener que bombear a un embalse antes de regar

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La desalación que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente acaba de reactivar como medida de emergencia y que la Generalitat quiere implantar de forma definitiva para acabar con los trasvases implica, en la práctica, otros trasvases o transferencias, en este caso para purificar esos caudales mezclándolos con agua no desalada. De esta forma, si se recurre a las siete grandes plantas para poder asumir las necesidades de riego, muy superiores al abastecimiento urbano, habría que canalizarla hasta el embalse de La Pedrera, situado en Orihuela, en algunos casos desde el otro extremo de la provincia, en Denia.

Tal como reveló un estudio de la Universidad Politécnica de Cartagena, resulta imprescindible mezclar el volumen desalado con agua que se ha sometido a este proceso y «eso no es problema, porque en La Pedrera hay 120 hectómetros cúbicos donde puede diluirse», precisó el portavoz del Sindicatos de Regantes del Acueducto del Tajo-Segura, Ángel Urbina.

La razón es que contiene exceso de boro y, de entrada, no se puede utilizar para regar sin más, en especial, para ciertos cultivos como los cítricos.

Pero ese proceso vuelve a encarecer su coste al tener que bombear, que junto con el peaje, las «mermas» y el IVA hacen que el agricultores paguen cuatro veces más por la desalada (42 céntimos incluso con la recién aprobada subvención estatal que lo fija en 30 céntimos en origen) que por la del trasvase, en algunos momentos pagada a 9 céntimos, recordó Urbina.

«Cuando no hay otra y tampoco derechos, pues es una solución temporal», concluyó. En la misma línea, Jóvenes Agricultores valoró que «subvencionar el agua desalada durante la sequía soluciona un problema puntual importante y de esta manera se asegura poder regar hasta el mes de enero».

No obstante, su presidente, Eladio Aniorte, advirtió también del «peligro» de poner así en marcha la «cláusula Narbona» y exigió que esta medida no se convierta en un primer paso para cerrar el trasvase Tajo-Segura, que sigue resultando fundamental para Alicante al sustentar el 58% del sector agrario y proporcionar unos 2.000 millones de euros al año.

Por ahora, estas transferencias desde los pantanos de Entrepeñas y Buendía a la Vega Baja tiene un blindaje legal en el Memorandum, que sacó su gestión de las competencias de toda confederación hidrográfica y reservó su autorización al Ministerio, de forma que no podrá cambiar cada seis años, tal como recordó Urbina.

En la presente legislatura, el Gobierno del PP ha aprobado los planes de cuenca que arrastraban un retraso de muchos años -añadió el portavoz de los regantes- si bien ahora ha llegado el momento de la aprobación del Plan Hidrológico Nacional (PHN) para acabar con las «guerras del agua» y proporcionar una «solución definitiva», que pasa por el Tajo-Segura y los trasvases Júcar-Vinalopó desde la toma de Cortes de Pallás, según Urbina.

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