Trabajadores del comercio se manifiestan contra Ribó por permitir las aperturas en festivos

Trabajadores del comercio se han concentrado este jueves en la plaza del Ayuntamiento de Valencia en contra de la apertura en domingos y festivos, y en favor de la conciliación laboral y familiar.

La protesta, que ha sido convocada por los sindicatos CCOO y UGT, ha cortado un carril de circulación enfrente de la puerta principal del Consistorio, y ha contado con la participación de unas 400 personas, según ha informado a EFE el portavoz de la federación de Comercio de CCOO-PV, Miguel Santiago.

La concentración, de una hora de duración, se realiza después de que los sindicatos no hayan recibido ninguna contestación durante esta semana y para expresar su rechazo a la nueva regulación de aperturas comerciales en la ciudad de Valencia.

Los participantes llevaban una pancarta en la que abogaban por la conciliación de la vida familiar y laboral, y rechazaban la apertura de los comercios en domingos y festivos.

Aunque al parecer hoy se iba a debatir en el pleno municipal la regulación de aperturas de comercios, finalmente no se ha incluido en el orden del día por la falta de algún informe de turismo, según ha indicado Santiago.

Los sindicatos esperan que, antes de la aprobación definitiva de la propuesta de regulación, se les convoque a una reunión en la que esperan que "rectifiquen" la propuesta de autorizar dos zonas de gran afluencia turística, una de ellas "muy apartada" del centro, ha indicado.

La propuesta del Consejo Local establece dos grandes zonas: la zona centro ( que incluye la calle Colón y los correspondientes grandes almacenes), y la zona de la Ciudad de las Artes y las Ciencias (que engloba los centros comerciales de El Saler, Aqua y El Corte Inglés de la avenida de Francia).

Los sindicatos CCOO y UGT consideran que el Ayuntamiento "ha cedido" a la presión de las grandes superficies al acordar dos grandes zonas de apertura comercial.

Según estas organizaciones, la declaración de zonas de gran afluencia turística implica la libertad de apertura comercial los 365 días del año, incluidos domingos y festivos, lo que supone "el sacrificio personal, social y familiar" de los trabajadores del comercio, "haciendo imposible" la conciliación de la vida familiar y laboral.