TURISMO

Lugares perfectos para visitar en invierno en Valencia y Castellón

ABC te propone seis escapadas por la Comunidad Valenciana

VALENCIA Actualizado: Guardar
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  1. Rincón de Ademuz

    Imagen invernal del Rincón Ademuz
    Imagen invernal del Rincón Ademuz - ABC

    La accidentada comarca del Rincón de Ademuz es un paraje natural perfecto para una escapada invernal de fin de semana. Enclavado entre las provincias de Cuenca y Teruel y separado del resto de la provincia de Valencia por una franja de 15 kilómetros, esta zona ha gozado siempre de una singularidad especial.

    Son muchos los alicientes que ofrece la naturaleza en El Rincón de Ademuz, desde sus bosques de sabinas y pino albar de la Sierra de Tortajada hasta el espectáculo de las huertas del valle del Turia. Los excursionistas encontrarán sendas de poca dificultad debidamente señalizadas para disfrutar de la fauna y la flora del lugar. Tanto en el río como en el bosque, los aficionados a la caza y la pesca tienen aquí una motivación añadida.

  2. Valle de Ayora

    Vista aérea del valle de Ayora
    Vista aérea del valle de Ayora - ABC

    Volvemos al interior de la Comunidad Valenciana, concretamente al Valle de Ayora, comarca fronteriza con la provincia de Albacete de gran valor paisajístico y cultural. Es un lugar idóneo para pasear o practicar piragüismo bajo el sol de invierno, o para relajarse en las aguas cálidas del conocido balneario de Cofrentes, si es que el día ha salido lluvioso. También es recomendable visitar los castillos de Cofrentes y Ayora, así como el poblado íbero de Castellar de Meca. A pocos kilómetros, en la Reserva Nacional de Caza de la Muela de Cortes, los aficionados a la caza encontrarán ejemplares de cabra hispánica y diversas especies de aves.

    Estos son solo algunos de los alicientes que ofrece la comarca del valle, cuya gastronomía cuenta además con especialidades propias, como el «gazpacho ayorino» (cocinado con carne de pollo, conejo, perdiz y palomo, y servidos sobre una torta tradicional de trigo), o el «ajetao», un plato típico a base de alubias blancas cocidas con bacalao y ajoaceite.

  3. Peñíscola

    Vista del castillo del Papa Luna desde la playa
    Vista del castillo del Papa Luna desde la playa - ABC

    Peñíscola es un destino turístico infalible, tanto en verano como en invierno. La curiosa orografía de la comarca del Baix Maestrat, con un casco antiguo que se levanta sobre un peñón situado a 64 metros de altura, pone a disposición del visitante parajes de gran belleza. Al Sur se encuentra la Sierra de Irta, una zona rocosa y llena de acantilados y pequeñas calas con fauna y flora de gran valor ecológico (pueden realizarse excursiones con guía). Si nos dirigimos hacia el Este encontramos la Reserva Marina de las Islas Columbretes; si elegimos ir hacia el Norte nos encontramos con el Parque del Delta del Ebro. Hacia el Oeste se abre la zona del Maestrazgo interior, conocida por su riqueza paisajística y monumental.

    Peñíscola es además un lugar cargado de historia. La más conocida de todas ellas es la que hace referencia al Papa Luna, Benedicto XIII, quien en 1411 convirtió esta localidad castellonense en Sede Pontificia. Su palacio y biblioteca se instalaron entonces en un antiguo castillo de los Templarios, que a día de hoy sigue siendo el principal polo de atracción turístico de Peñíscola. Recientemente, el porte legendario de este enclave ha servido de localización para la última temporada de la serie «Juego de Tronos», cuya emisión está prevista para el año 2016.

  4. Sagunto

    Teatro romano de Sagunto
    Teatro romano de Sagunto - ABC

    Otra ciudad costera, esta vez perteneciente a la provincia de Valencia, e igualmente dotada de un rico patrimonio histórico y de arquitectura industrial. Aunque el benévolo clima mediterráneo permite aun en invierno disfrutar de agradables mañanas en terrazas junto al mar, lo cierto es que Sagunto ofrece al visitante otros planes. El primero de ellos es su impresionante Teatro Romano -construido a mediados del siglo I d.C. y restaurado varias veces en el siglo XX-, o su castillo, declarado Monumento Nacional en 1931.

    También es recomendable la visita a los yacimientos arqueológicos de la Via del Pòrtic y la Casa dels Peixos. Y para las personas interesadas en la historia reciente, se ofrecen visitas guiadas a varios refugios de la Guerra Civil dispersos por la zona.

  5. Morella

    Calles porticadas de Morella
    Calles porticadas de Morella - ABC

    Morella es sin duda uno de los lugares predilectos para los amantes del turismo rural. Sus calles porticadas, casas solariegas y calles empedradas nos trasladan al pasado medieval de esta localidad del interior de Castellón. Por ella han pasado todo tipo de civilizaciones: íberos, celtas, romanos, cartagineses y árabes. No en vano, esta ciudad, rodeada de su característica muralla, aspira a ser declarado Patrimonio de al Humanidad. Son muchos los lugares que vale la pena visitar, como la Casa del Marqués de San José (del siglo XVI), la Casa de los Ciurana (siglos XIV-XV), la Basílica de Santa María la Mayor, de estilo gótico, o el convento de San Francisco, del siglo XIII.

    Además de su interés paisajístico y cultural, Morella es un importante destino gastronómico, con los embutidos, las setas y las trufas como producto estrella.

  6. Xàtiva

    Xàtiva está declarada conjunto histórico-artísticoABC

    La capital de la Costera, declarada conjunto histórico-artístico, fue cuna del pintor José Ribera, El Españoleto, y de dos papas de la dinastía de los Borja. De su importancia histórica y demográfica (entre el siglo XIII y el XVIII fue la segunda ciudad en importancia política del Reino de Valencia) dan cuenta sus solemnes monumentos, como el castillo de Xàtiva o el Palacio de Alarcón, construido en el siglo XVII.

    A nivel paisajístico, Xàtiva también es una pequeña joya. Destaca el Paraje Natural de la Cova Negra, con varios barrancos, que da nombre además a un yacimiento del Paleolítico Medio. El Canal de Bellús, obra de ingeniería construida durante la época musulmana para conducir el agua desde un manantial hasta la ciudad, es igualmente digna de visitarse.

    Y para descansar después de una fructífera jornada de senderismo o turismo rural, y de paso entrar en calor, nada más recomendable que sentarse en la mesa de un restaurante a probar el mítico arroz al horno setabense.

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