Imagen de Basilio Flores y su hijo, en el centro, celebrando el Gordo con unos clientes FOTO Y VÍDEO: JUAN CARLOS SOLER
Alberto Caparrós

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Se llama Basilio Flores , tiene 67 años y es un camarero jubilado. Sin embargo, «aguantaba» hasta hoy en el Bar Pepe a la espera de que su mujer, de sesenta, alcanzara la edad para poder dejar el negocio. Este domingo, ha repartido veinte millones de euros en décimos del Gordo de la Lotería de Navidad en la localidad alicantina de San Vicente del Raspeig.

«Ahora ya nos podemos jubilar los dos» , explica Basilio a ABC. Inicialmente había comprado cuarenta décimos del 26590. Le parecieron pocos y fue a por otros diez, relata. A él le han tocado 800.000 euros que repartirá con su hijo. Un tercer décimo que se había quedado lo regaló el sábado a una «mesa de clientes de todala vida». Este domingo el Sorteo ha marcado el almuerzo entre los fieles del bar. Tanto los que han sido agraciados como aquellos que ahora lamentan no haber comprado ningún décimo.

Una camarera que apenas lleva un mes trabajando en el Bar Pepe también ha resultado agraciada. El propio Basilio le regaló el décimo: «Seguro que le soluciona muchas cosas con los tiempos que corren» .

El propio hijo de Basilio, ha pasado las últimas semanas un «suplicio» con los bancos para comprar una casa en el cercano municipio de Hondón de las Nieves y, tras «muchos problemas, muchísimos", ha tenido que renunciar a una hipoteca (por las condiciones gravosas) y se ha conformado con pedir un crédito personal de 40.000 euros para adquirir la casa, que firmará la próxima semana. El propio agraciado, que ha ganado 400.000 euros, ha resumido que hasta hoy « tenía problemas con los bancos, pero ahora lo tienen ellos conmigo» .

«En las últimas semanas he tenido muchas peleas con los bancos. Me pedían papeles y más papeles, y ha sido todo muy difícil», se quejaba Basilio hijo , quien ahora recomendaría a las entidades bancarias «que tienen que cuidar más a la gente humilde y trabajadora, porque somos los que sacamos adelante el país».

El establecimiento se ha convertido en el epicentro de la celebración por e l Gordo de la Lotería de Naviddad en San Vicente del Raspeig, una localidad de poco más de 57.000 habitantes en la que se ha vendido el Gordo en dos localidades diferentes. En total, el 26590 ha dejado ochenta millones de euros en la población.

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