José Luis Torró - Al Punto
El president Puig pone la letra, falta la música
«Lo que tenía de verdadero catalanismo no es otro que el peculiar modo de anunciar una ayuda sin compromiso alguno ni partida presupuestaria que la avale»
El president de la Generalitat, Ximo Puig , ha tenido la buena idea -suya o de alguno de sus asesores, que solo por eso ya habría justificado su sueldo de noviembre- de felicitar a los músicos valencianos con un singular mensaje emitido el pasado domingo 22 de noviembre, día de Santa Cecilia , patrona de la música y por extensión de intérpretes, bandas, sociedades musicales y orquestas.
La felicitación, que muy rápidamente corrió por las redes sociales haciéndose viral, da comienzo con la imagen de un trompetista cuya figura queda enmarcada en uno de los ventanales del Palau de la Generalitat , al tiempo que arrancan los primeros compases de la ya inmortal obra que el músico contestano Gustavo Pascual Falcó compuso para su cuñado: Paquito El Chocolatero .
La interpretación del popular pasacalle tiene su plasmación gráfica en decenas de imágenes de nuestras bandas tocando en numerosos y espectaculares escenarios de toda la geografía valenciana, al tiempo que el propio presidente pone su voz en off. Comienza con una feliz afirmación de que «la música és la tercera llengua dels valencians, ho diga o no ho diga l’Estatut».
Y lo justifica con datos a cada cual más curioso y todos reveladores de la riqueza bandística de nuestra tierra, «porque hay mas bandas que pueblos en la Comunidad Valenciana» y porque solo aquí tenemos -557- «más de la mitad de las sociedades musicales de toda España». Añadía el presidente que «escoltar-vos de nou serà la millor de les normalitats… perquè com diu el refrany de músic, boig i poeta tots tenim una poqueta».
Ximo Puig menciona en este corto el número de músicos que hay en la Comunidad Valenciana y que son mas de 45.000. Los socios que forman parte de las sociedades y casinos musicales, que pasan de los 200.000. De los educandos que reciben formación e instrucción musical en las escuelas de las propias bandas y que suman más de 60.000. Cifras que demuestran con razón sobrada que, en efecto, la música es la tercera lengua de los valencianos, y que nuestros músicos, muchos de ellos formados en las escuelas de las bandas, han pasado a formar parte de prestigiosas orquestas y alumbrado el genio de compositores.
Del mismo modo que recibí, vía WhatsApp, el archivo con la felicitación del presidente Puig, consideré que debía compartirlo con amigos músicos y festeros. Coincidieron quienes me respondieron diciendo que les había gustado y alguno apuntó que encontraba un catalanismo de más. Parece que uno de esos giros, en efecto, tiene marchamo catalán.
Así que decidí volver a escucharlo con mayor atención y, más allá de alguna que otra expresión de innecesario uso, sí que reparé en lo que tenía de verdadero catalanismo, que no es otro que el peculiar modo de anunciar una ayuda sin compromiso alguno ni partida presupuestaria que la avale. Reparen en la expresión: “Perquè esta pandèmia esta portant dificultats a les escoles de música i necessiteu una ajuda que trobareu».
¿Y donde encontrarán los músicos esa ayuda que el presidente reconoce que necesitan sus escuelas? No lo dice. Ese «trobareu» es lo más catalán que encuentro. Ximo Puig evita meterse en líos y despide su alocución diciendo que «per tot aixó i perquè tu eres músic o música; perquè tornaràs als carrers i perquè este poble et necesita, feliç dia de Santa Cecília».
La felicidad deseada, y que todos los valencianos compartimos y a ella nos sumamos, sería más completa si la ayuda que necesitan bandas, escuelas y músicos, y que el propio presidente reconoce, la encontrasen bien pronto en forma de subvención en el Diari Oficial de la Generalitat , de modo que a la letra de Ximo se sumase la música de Puig.
