Imagen de Ribó tomada este jueves en Valencia
Imagen de Ribó tomada este jueves en Valencia - ROBER SOLSONA
POLÍTICA

Joan Ribó impone el valenciano a los funcionarios: «Hay que decir bon dia y no buenos días»

El alcalde de Valencia subraya que «es un paso muy pequeño pero fácil de conseguir y que ayuda a la normalización»

VALENCIA Actualizado: Guardar
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Nuevo paso para imponer el valenciano frente al castellano en la Administración, aunque sea para dar los buenos días. El alcalde de Valencia, Joan Ribó, y el intendente del Palau de Les Arts, Davide Livermore, se convertirán en "pareja lingüística" para que este último aprenda valenciano más allá del "caloret", que según ha confesado el italiano fue la primera palabra que aprendió en valenciano (a pesar de que la empresa para la que se trabaja tiene el nombre en la lengua oficial), aunque después le dijeron que "no es correcta".

Esta pareja surge en el marco del programa de Voluntariat Llingüístic de Escola Valenciana, que este año cumple su décima edición y que ha contado durante esta década con más de 20.000 participantes entre voluntarios y aprendices.

Además de Ribó y Livermore, en esta ocasión también son pareja el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la secretaria autonómica de Cultura, Carmen Amoraga.

Ribó se ha mostrado muy contento con su pareja y le ha propuesto, en un tono distendido, un trato: "Davide, nos tomamos unas birras y a partir de ahí hablamos en valenciano de música". Además, el alcalde ha apostado por extender las parejas lingüísticas entre los empleados municipales porque algunos de ellos atienden directamente a los vecinos y "es muy importante que lo primero que se diga a los vecinos sea 'bon dia' y no 'buenos días', es un paso muy pequeño pero fácil de conseguir y que ayuda a la normalización".

Así, ha recalcado la necesidad de que el valenciano "sea la herramienta fundamental de comunicación" en el consistorio y que no se hable solo del valenciano por parte de la corporación "cuando se habla del caloret".

Por su parte, Livermore ha incidido en que el objetivo fundamental de cualquier idioma es la comunicación y ha puesto en valor que desde que está en Valencia nunca nadie le ha dejado fuera de ninguna conversación por no hablar valenciano. Así, ha asegurado que le "encanta" que una lengua se erija como "raíz" de un pueblo pero no sea utilizada como herramienta de exclusión.

De hecho, ha explicado que él mismo --natural de Turín, en la región italiana de Piamonte-- piensa en piamontés, no en italiano, pero no desde una visión política, sino como su "raíz", y ha pronunciado unas palabras en esta lengua, fácilmente entendibles para el auditorio, al que ha dicho que nadie le comprende en Italia y sí en Valencia. Así, ha dicho que para él escuchar valenciano es como oír "un idioma del norte de Italia hablado por un italiano del sur" y su sonoridad le es "muy fácil".

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