Arte
Los 'Caminos de Modernidad' de pintores valencianos y catalanes se cruzan en una exposición en Bancaja
La muestra incluye más de ochenta piezas de la colección de la Baronesa Thyssen-Bornemisza
El Centro Cultural Bancaja de Valencia redescubre los 'Caminos de Modernidad' que emprendieron desde la segunda mitad del siglo XIX hasta los años ochenta del siglo XX relevantes pintores valencianos y catalanes. Y lo hace con cerca de un centenar de piezas, la mayor parte de ellas de la colección Baronesa Thyssen-Bornemisza , que reflejan la sucesión de movimientos pictóricos, sus innovaciones y oscilaciones.
El objetivo es «reivindicar la modernidad como una evolución constante en la expresión artística a veces con innovaciones sutiles, y en otras ocasiones, desde una mayor ruptura».
Bajo el título ' Caminos de Modernidad 1860-1980' , la Fundación Bancaja exhibe una exposición en la que se agrupan "120 años de arte mediterráneo» con la combinación de creadores como Ramón Martí Alsina, Mariano Fortuny, Modest Urgell, Joaquim Vayreda, Baldomer Galofre, Francesc Miralles, Arcadi Mas, Joan Roig, Eliseu Meifrèn, Joan Llimona, Santiago Rusiñol, Lluís Graner, Joaquín Sorolla, Ramón Casas, José Navarro Llorens, Alberto Pla, Antoni Ferrater, Anglada Camarasa, Manolo Hugué, Isidre Nonell y Joaquim Mir.
Completan la nómina de autores Joaquín Torres-García, Joaquim Sunyer, Ricard Canals, Joan Cardona, Josep Clarà, Pau Roig, Pere Torné, Ricard Opisso, Olga Sacharoff, Pablo Gargallo, Rafael Benet, Rafael Durancamps, Josep de Togores, Manuel Moreno Gimeno, Josep Amat, Josep Puigdengolas, Emili Grau, Antoni Clavé, Antoni Tàpies, Albert Ràfols-Casamada, Modest Cuixart, Manuel Gil Pérez, Joan Ponç, Perejaume y Miquel Barceló.
De este modo, «se ofrece un extraordinario recorrido tanto de pintura como de escultura» , según ha resaltado el presidente de la Fundación Bancaja, Rafael Alcón, durante la presentación de la muestra.
La selección, comisariada por Lourdes Moreno y Mar Beltrán, pone de manifiesto «la modernidad como un anhelo de cambio y ruptura». Este será el discurso expositivo que se verá a lo largo de la exposición, que se divide en cinco apartados que se desarrollan cronológicamente. La muestra se convierte en un espacio «para reflexionar sobre pasado a través de las ventanas al mundo que se pueden ver en esta exposición», destacan las expertas.
A lo largo de las 94 obras expuestas -82 pertenecientes a la colección de la Baronesa Thyssen-Bornemisza y doce a la Fundación Bancaja- se trata de «dar visibilidad a una serie de artistas en conjunto» y «se ponen en el lugar que merecen una serie de movimientos que tal vez no tengan la fuerza que tendrían en otros países». Es una realidad que «el arte en España no se valora como en Francia», ha advertido, por su parte, el responsable y director de la colección Carmen Thyssen, Guillermo Cervera.
En la propuesta plástica, la modernidad es el hilo conductor que se articula a través de cinco secciones que agrupan a cada una de las vanguardias y movimientos de cada época. La primera está dedicada al naturalismo , en el que se percibe «una deuda con el movimiento francés del mismo nombre, pero también el deseo de adscribirse a nuevas tendencias».
Libertad de trazo
Dentro de este movimiento, destaca la figura de Ramón Martí Alsina , «que intenta innovar induciendo a sus discípulos la llamada pintura plenairista, que hará que tengan una libertad de trazo muy importante, lo que supone una fragmentación con el academicismo que se estaba produciendo en las escuelas de salón», ha señalado Mar Beltrán.
En la segunda sección se ha querido dedicar al «maestro indiscutible junto con Francisco de Goya del siglo XIX español, Mariano Fortuny ». Un artista «renovador en la técnica», de hecho, «se le considera cercano a los principios del impresionismo y a los pintores que utilizaron la luz como protagonista principal de sus obras». Una de las pinturas en las que se puede ver este aspecto es 'Corrida de Toros', cedida por el museo Thyssen de Málaga.
Por otra parte, el modernismo toma la tercera parte de la muestra, la cual se entiende como «una fragmentación absoluta de las normas». Durante este período, « Cataluña tuvo una personalidad propia y diferenciada apoyada en el desarrollo urbano e industrial», que se podrá descubrir en «un pequeño apéndice sobre modernismo y arquitectura en el ámbito mediterráneo en Barcelona y Valencia con obras de Ramón Casas o Santiago Rusiñol», entre otros.
Aunque en esta etapa sobresale la obra 'Le Paon Blanc' de Anglada-Camarasa', la cual ha sido seleccionada com «portada de la exposición» porque «no solo es moderna por su temática, que se trata de una mujer, liberada, cortesana que hace de su vida lo que quiere, sino también por la composición que coloca los elementos decorativos frente al segundo plano que es la propia figura y la técnica basada en grandes trazos de color desdibujados para que sea el propio espectador el que configure la composición», ha explicado Beltrán.
Las dos últimas secciones hacen viajar al espectador hasta el 'noucentisme', una propuesta artística acuñada por Eugenio d'Ors , que consideraba el movimiento anterior como «caduco y decadente». Por lo que se deseaba «la renovación y la modernidad en las artes plásticas durante las décadas de 1910 y 1920».
Asimismo, la última parte de la exposición, se ha dedicado a las vanguardias , «y ofrece la eclosión del informalismo como nuevo lenguaje de expresión y una cercanía con el movimiento surrealista, en el que España se encuentra sumida en un páramo cultural y artístico» como consecuencia de la Guerra Civil . De esta etapa se pueden contemplar obras de artistas como Antoni Tàpies, Joan Ponç o Antoni Clavé, entre otros.
El recorrido de la muestra se podrá visitar de martes a domingo de 10.00 a 14.00 horas y de 16.30 a 20.30 horas. Además, con motivo de la exposición, se ha editado un catálogo con la reproducción de las obras presentadas así como textos de ambas comisarias. La muestra podrá visitarse en la sede de la Fundación Bancaja en Valencia del 27 de abril al 18 de septiembre de 2022.
