Bienvenidos al Show

Hoy comienza la campaña electoral más reñida de la historia. El partido más votado deberá pactar o gobernar en minoría, lo nunca visto en este país. Una situación que ha llevado a nuestros líderes a recorrer los medios de comunicación en busca de ofrecer una imagen cercana y «normal». Hay que buscar el voto y con o sin comillas, todo vale. Lo igualado del resultado ha hecho que veamos a un candidato socialista jugando al ping pong en casa de un presentador de televisión. Tampoco había referencias conocidas de una vicepresidenta del Gobierno bailando en prime time como si no hubiese mañana. Lo reñido del resultado final ha llevado al presidente del Gobierno a obligar al presentador que abre las puertas de su domicilio a los famosos -por cierto, vaya casa- a cambiar el ping pong por un futbolín, al que por cierto el presidente le da de vicio.

Visita a Bertin´s House después de comentar un partido de fútbol en COPE, con «cachete» incluido para su hijo menor cual padre cualquiera. Incluso los «nuevos» aspirantes se han citado en un café cualquiera como dos amigos que hablan de sus cosas. Todo por la audiencia, todo por el voto.

Tal exhibición tiene un único fundamento, mostrarse ante el electorado, también llamado población, como personas normales, cercanas. Algo que son pero que poco les ha importado demostrar durante años. La pregunta que todos nos formulamos es si esto es cuestión de estos dos meses, o sentará precedente. De ser así, les confieso que a pesar de la saturación que vivimos de campañas electorales y elecciones, ya tengo ganas de ver cómo discurrirán los próximos comicios en la Comunidad ¿ Se imaginan cómo buscarán el voto en un plató de televisión Ximo Puig, Mónica Oltra, Isabel Bonig o Antonio Montiel? ¿Los ven cocinando, bailando, jugando a la petanca o practicando papiroflexia? Yo espero que sí, por que al final son personas como usted y como yo, con hijos, amigos, hobbies y preocupaciones, algo que han intentado disimular durante demasiado tiempo, poniendo ante el ciudadano demasiada distancia. Así nos va a todos, así le ha ido a la clase política...