Miquel y Costas invertirá 60 millones en tres años para ampliar su internacionalización

Ante la caída del consumo de tabaco y de papel delgado con el que se imprimen desde Biblias a prospectos de medicamentos, la papelera Miquel i Costas apuesta por la innovar y desarrollar nuevos productos más técnicos y dar un impulso a la internacionalización a partir de una inversión de 60 millones de euros en los próximos tres años.

La compañía, que este miércoles ha celebrado junta general de accionistas tras una facturación de 223,3 millones de euros en 2015, un 10% más que en el anterior ejercicio, y un resultado neto de 30,6 millones, relanzará sus actividades también mediante adquisiciones que se contemplan en esos 60 millones de inversión, así como en I+D+i, que pasa de 3,7 millones en 2015 a cinco millones anuales a partir de este ejercicio.

Algunos ejemplos de I+D+i logrados el pasado ejercicio han sido el desarrollo de nuevos tipos de papeles para cigarrillos autoextinguibles de segunda generación o el lanzamiento de un papel especial adaptado específicamente a filtros de cigarrillos con cápsulas de sabores. En la división de papeles industriales, Miquel y Costas ha ampliado la gama de productos destinados al mercado alimentario, principalmente de antigrasas naturales, y ha desarrollado papeles de empastado de placas de baterías de automoción especialmente ideadas para los sistemas de encendido automático star-stop. Además, la compañía ha impulsado una nueva calidad perteneciente a la familia de papeles filtro para las bolsas de té, iniciativa que proyecta el crecimiento de la papelera entre los países consumidores.

El grupo destinó el año pasado 15 millones de euros al desarrollo de nuevos productos, entre otros y para el trienio hasta 2018 dedicará 18 millones a la fábrica de Barcelona; 12 millones a la planta de Terranova (Igualada) para alcanzar su máxima capacidad en 2017; y por último, 15 millones, para la planta de Payá Miralles, en Mislata (Valencia). Otros 15 millones se dedicarán a servicios centrales.

Jordi Mercader, presidente de Miquel y Costas, ha anunciado que la empresa realizará "un esfuerzo importante en política de personal" que supondrá la renovación de los cuadros directivos y la incorporación de un turno adicional en la fábrica de Terranova (Igualada). Una renovación que no alcanzará a la cúpula de la compañía, empezando por su presidente, que a sus 73 años manifestó jocosamente que a él le tendrán que echar.

20 millones para compras

El crecimiento en el exterior de la firma tiene el principal hito en los 20 millones de euros que invertirá en mercados en los que ya está presente, como Argentina, Chile o Alemania. También se reserva otros 20 millones para afrontar nuevas adquisiciones, después de haber comprado hace unos días el 3,5% de Iberpapel con un des¬em¬bolso de unos 6,88 millones de eu¬ros.

La diversificación de sus productos es el principal foco de la actividad de Miquel y Costas ante la caída de los relacionados con el tabaco y que habían supuesto hace unos años el 80% de su facturación. La compañía también va a ejecutar una operación financiera que Mercader ha tildado de "histórica". La papelera, fundada en 1752 ha decidido incrementar la remuneración a sus accionistas un 19,3% a cargo del pasado ejercicio, distribuyendo un total de 9 millones de euros en dividendos.

Tras los tres primeros pagados a cuenta, la junta general de accionistas ha aprobado este miércoles el reparto de un dividendo complementario de 2,4 millones de euros. También ha dado luz verde a una ampliación de capital liberada con cargo a reservas por valor de 41,3 millones de euros, a razón de tres acciones nuevas por cada cuatro antiguas, lo que posibilitará aumentar la liquidez de las acciones en Bolsa, debido al aumento de su circulación.