Ópera

«Luisa Miller»: Un reparto estelar cierra la temporada del Liceo

«Esta Luisa Miller no solamente cierra la temporada, sino que también es el broche final de la etapa en que Christina Scheppelmann ha estado a cargo de la dirección artística del teatro»

Sondra Radvanovksy y Piotr Beczala en los ensayos de la obra ANTONI BOFILL

Pep Gorgori

La soprano Sondra Radvanovksy , una de las más cotizadas del momento, es tajante a la hora de hablar de Luisa Miller: «Para mí, está entre las dos o tres primeras de Verdi». A pesar de ello, es al mismo tiempo un título que se representa con poca frecuencia. Este domingo llega al Liceo en una producción que cuenta con un catálogo de voces muy queridas por el público del teatro, como las de los tenores Piotr Beczala y Arturo Chacón-Cruz y la soprano Eleonora Buratto.

A los cantantes les suele fascinar esta ópera. Cada uno de los papeles protagonistas tiene un nivel de exigencia y dramatismo propio del Verdi más maduro, pero al mismo tiempo queda un importante tinte de belcanto de sus primeros años. Los más grandes han abordado estos roles, empezando por Caballé, como recuerda la propia Radvanovsky: «Es una ópera que Caballé cantó aquí, y para mí es un honor cantar en el Liceo este papel».

Para Piotr Beczala, «esta es una producción muy especial, porque no hay muchas oportunidades para cantar Luisa Miller ». Él solamente la ha cantado entera y representada antes en el Metropolitan de Nueva York. Con este Verdi vuelven también al Liceo dos cantantes que han cosechado éxitos notables en este escenario. La soprano Eleonora Buratto estrenó aquí su Mimì, que desde entonces ha paseado por medio mundo. Por su parte, Arturo Chacón-Cruz actua por segunda vez en el Liceo tras un debut algo atropellado: por indisposición de un colega, en 2017, tuvo que desplazarse en taxi desde Valencia para sustituirlo como Werther con el tiempo justo para salir del coche y prácticamente saltar al escenario. Para él, Luisa Miller «es hermosa, llena de vida, de amor y de dolor, y el papel de Rodolfo es uno de los más difíciles para un tenor verdiano».

El director musical, Domingo Hindoyan , lamenta que, pese a todo, Luisa Miller se valora a menudo como «una obra de transición entre el joven Verdi y el que llegó después con Rigoletto, Trovatore y Traviata», cuando «tiene una gran entidad en sí misma». Ahora bien, admite: «El único punto débil fue el libreto». En efecto, el propio Verdi se mostró insatisfecho con la adaptación que Salvadore Cammarano hizo de la obra Intriga y amor de Schiller.

Esta Luisa Miller no solamente cierra la temporada, sino que también es el broche final de la etapa en que Christina Scheppelmann ha estado a cargo de la dirección artística del teatro. A partir del próximo mes de septiembre se incorporará como directora general a la ópera de Seattle y su responsabilidad en el escenario barcelonés la asumirá Víctor García de Gomar , hasta ahora adjunto a la dirección del Palau de la Música Catalana. El Liceo espera cerrar así una etapa marcada por la crisis, los recortes y los ajustes presupuestarios.

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