Miquel Porta Perales - El oasis catalán

Izquierdas

Hasta ahora, a pesar de una crisis que en teoría debía fortalecer a dichas fuerzas, las izquierdas catalanas, divididas, han marchado cada una de ellas a su aire

Miquel Porta Perales
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Finalmente, parece que la crisis y el «proceso» podrían lograr que la izquierda autodenominada «de verdad» encontrase su espacio en la política e instituciones catalanas. Me refiero al conglomerado constituido –pero, no articulado– por ERC, la CUP y Catalunya sí que es pot, esa mezcla que reúne a ICV, EUiA, Podemos y los comunes colauistas. Hasta ahora, a pesar de una crisis que en teoría debía fortalecer a dichas fuerzas, las izquierdas catalanas, divididas, han marchado cada una de ellas a su aire. Mientras tanto, la derecha de Convergència monopolizaba el poder. Pero, la debilidad intrínseca de la nueva Convergència, travestida de Partit Demòcrata Català, parece favorecer la estructuración de una izquierda.cat que podría llegar a ocupar el poder de la Generalitat.

Preguntas: ¿por qué las izquierdas «de verdad» han de conformarse con el gobierno de una derecha en decadencia que ya no es la fuerza hegemónica en Cataluña y se dirige a marchas forzadas a la subalternidad? ¿Por qué las izquierdas citadas –excluyo al PSC– no han de articular algún tipo de colaboración política con el objeto de alcanzar el poder? Las izquierdas pueden unirse. Y ello, a pesar de la heterogeneidad del bloque izquierdista.

A favor de esta posibilidad juegan dos variables. En primer lugar, la política económica frente a la crisis. Para la izquierda.cat, la unión contra las prácticas neoliberales de Convergència, el Partido Popular, el PSOE, Madrid, Bruselas, Merkel, el Ibex, el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y lo quieran añadir, brindan un buen argumento para la amalgama de las fuerzas «progresistas» en Cataluña. En segundo lugar, el llamado «derecho a decidir», así como el «proceso constituyente», que comparten los miembros del bloque izquierdista, también favorecen la conjunción. A ello, habría que sumar que las urnas, en Cataluña, avalarían dicho frente popular. Blanco y en botella. Así las cosas, ¿cómo resistir la tentación? Se avecina marejada en el nordeste peninsular.

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