Operación pionera
Implantan, por primera vez en una sola cirugía, una prótesis directamente al hueso a pacientes amputados
El Hospital Vall d'Hebron ha aplicado con éxito y sin necesidad de dos operaciones la técnica de osteointegración a tres pacientes que perdieron la pierna en un accidente de tráfico
Su sueño de ser culturista profesional se desvaneció en 2007 cuando un accidente de moto dio un vuelco radical a su vida. Como consecuencia del siniestro tuvieron que amputarle una pierna por encima de la rodilla. Las heridas de su brazo también le obligaron a pasar varias veces por quirófano. Desde entonces, Josep Bellart , vecino de Rubí que ahora tiene 73 años, ha estado atado a una prótesis que le ha complicado aún más su vida.
Apenas podía sentarse, tampoco permanecer de pie demasiado tiempo, ni realizar su principal hobby, ir al gimnasio a levantar pesas. Gracias a una técnica quirúrgica, la osteointegración , que permite anclar definitivamente la prótesis al hueso sin necesidad de conectarla a través de un encaje externo y que el Hospital Vall d'Hebron realiza de forma pionera en un solo acto quirúrgico, Bellart ha recuperado de nuevo las riendas de su vida.
La osteointegración se basa en la capacidad de las células óseas para adherirse a una superficie metálica, de forma similar a lo que sucede con los implantes dentales , y que en el caso de los amputados de piernas es un implante en el hueso del muñón con un colector universal en el que se fija la extremidad artificial, que el usuario puede quitarse cuando desee.
«Me ha cambiado la vida»
«Me ha cambiado la vida», ha apuntado Bellart en declaraci0nes a ABC. Junto a él, otros dos pacientes, ambas mujeres, han sido intervenidas con este procedimiento, obteniendo también resultados satisfactorios. El próximo mes, la técnica se aplicará a una paciente de 30 años que a los 11 perdió la pierna por un sarcoma, según ha avanzado en declaraciones a este medio el cirujano Pablo Corona, de la Unidad de Patología Séptica y Cirugía Reconstructiva del Aparato Locomotor de Vall d'Hebron, que ha llevado la técnica al hospital.
Tras la cirugía, los pacientes deben superar un proceso de rehabilitación largo y duro, que precisa de un buen estado físico general, por lo que por el momento esta técnica solo se ha usado en amputados por accidentes de tráfico y otras enfermedades que se curan con la amputación, como los sarcomas o enfermedades infecciosas.
Gracias a la cirugía de osteointegración, que se realiza en una sola intervención, y no en dos como hasta ahora, lo que alargaba el proceso hasta dos años, los pacientes pueden prescindir del encaje tradicional en forma de cazoleta que se ha venido usando en los últimos 300 años y que «era fuente de problemas de tolerancia y biomecánicos», según explica Corona.
Contraindicada para fumadores
El centro barcelonés ha implantado ya a tres personas con amputaciones traumáticas una prótesis de osteointegración. Todas ellas sufrieron la amputación por un accidente. Pablo Corona ha precisado que la técnica está indicada para pacientes que han sufrido amputaciones por accidentes, por enfermedades oncológicas o procesos infecciosos. No obstante, está contraindicada para los fumadores ( deben estar tres meses sin fumar antes de la operación ) para los pacientes vasculares y los diabéticos. «En estos dos últimos grupos de pacientes tiene una contraindicación relativa», precisa el cirujano del Vall d'Hebron. Es decir, puede realizarse pero hay mucho más riesgo de complicaciones.
La principal ventaja de la osteointegración en una sola sesión es la rápida recuperación ( en seis meses y después de un intenso proceso de rehabilitación pueden andar sin muletas ) y la mejor adaptación de la prótesis a tu cuerpo.
«Los pacientes amputados se recuperan antes con una sola cirugía, y el día siguiente ya se empieza el proceso de rehabilitación», ha explicado Corona, que viajó al Macquarie University Hospital de Sidney (Australia), para aprenderla. En Vall d'Hebron ha aplicado la técnica junto a la doctora Almudena Crespo , del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del centro.
«Podré ir de nuevo al gimnasio»
Josep Bellart, que ha agradecido con mucho sentimiento el trato recibido por médicos, rehabilitadores y enfermería del hospital, fue operado en abril del pasado año y nueve meses después ya camina bien, no tiene dolores espalda, ha mejorado mucho su calidad de vida e incluso «siente» en la pierna amputada qué tipo de suelo está pisando , ha asegurado. Espera que gracias a esta nueva vida recuperada pueda finalmente ir de nuevo al gimnasio a reencontrarse con su pasiñon confesa: levantar pesas.
«Antes, ir al gimnasio era horroroso. Al sudar el encaje de la prótesis me daba problemas, se salía y se enganchaba con el pantalón de deporte», dice el paciente, que supo de esta nueva técnica a través de Internet.
«Vi que en Australia, el doctor Munjed al Muderis la estaba realizando y llamé para preguntar dónde podrían hacerlo en Cataluña. Me condujeron a Vall d'Hebron y a los pocos días de ponerme en contacto por teléfono con la doctora Crespo, me dieron hora para el quirófano», afirma el paciente. Suscribe por completo con su experiencia lo que el creador de esta técnica, el doctor Al Muderis, ha afirmado en numerosas ocasiones: «La osteointegración devuelve la libertad a los pacientes y elimina su sufrimiento».
Más de un 30 por ciento de los amputados femorales no pueden llevar el encaje tradicional . Los problemas más comunes son el calor local y la sudoración del encaje protésico, úlceras o irritación cutánea, incapacidad para caminar en espacios abiertos o rápidamente y el dolor residual en la extremidad.
Además, el muñón es un órgano dinámico, que puede atrofiarse con el tiempo o bien aumentar de volumen debido al calor o el incremento de peso del paciente, lo que dificulta el acople con el encaje tradicional.
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