Castelldefels abre un centro de interpretación de la historia de la piratería

La fortaleza forma parte de la Baronía de Eramprunyà, que se completa con los restos del castillo del mismo nombre en Gavá

Fiesta de piratas en Castelldefels TURISME BAIX LLOBREGAT

Joan Carles Valero

Los cinco kilómetros de anchas playas de fina arena de Castelldefels son un destino recurrente e histórico para los habitantes del área metropolitana. El pasado verano fueron más de 5 millones las visitas que recibió este municipio de turismo familiar y deportivo que cuenta con más de 300 establecimientos de restauración de todos los precios y una planta hotelera de primer nivel. Desde el 18 de junio, a esa oferta se unirá en el núcleo urbano la apertura de un Centro de Interpretación sobre la Piratería en su castillo, del que procede su topónimo y es su máximo icono.

Una vez culminada la restauración de la fortaleza , que se caracteriza por su color rojizo al haberse construido con piedra arenisca extraída de la cercana Begues, el Ayuntamiento de Castelldefels ha adjudicado a la empresa Advanced Leisure Services (ALS) la gestión de la nueva etapa del castillo a partir de la dotación de un contenido museístico que lo convierte en un atractivo turístico familiar y cultural. ALS nació hace 30 años como consultora turística, pero desde hace una década tienen experiencia en construir destinos que Ángel Díez, su responsable, califica de «sabios», dado que «trabajamos el turismo del futuro, el que se basa en valores y persigue mejores ciudades». Desde el año 2001, ALS elabora los contenidos museísticos y las exposiciones, además de gestionar la promoción de la Colonia Güell y la Cripta de Gaudí, ambas en Santa Coloma de Cervelló. Y también gestionan el Castillo de Montjuïc y son los responsables del renovado Museo de Cera de Barcelona.

Al castillo de Castelldefels, situado en una colina en el centro de esta ciudad de 67.000 habitantes que multiplica en verano su población, se accede mediante unos jardines donde este verano tendrá un chiringuito. La entrada al conjunto monumental del castillo y del Centro de Interpretación sobre la Piratería costará 10 euros y permitirá sumergirse en la historia, mediante audiovisuales, plafones y un recorrido desde el patio de armas, por la sala noble, la de esgrima y otras tantas, hasta culminar en el mirador con una visión de 360 grados a la comarca del Bajo Llobregat y el Garraf.

La fortaleza forma parte de la Baronía de Eramprunyà , que se completa con los restos del castillo del mismo nombre en Gavá. Después de la guerra civil catalana, entre 1462 y 1472, la población de Castelldefels aportó dinero al barón para reconstruir la entonces débil defensa para repeler los ataques de los piratas berberiscos, que cada vez eran más temibles porque no se atrevían con Barcelona y sí con las poblaciones cercanas. Desde entonces, se convirtió en un recinto inexpugnable y llegó más o menos hasta nuestros días con un patio de armas y tres torres de planta cuadrada. Más adelante, se levantó otra circular que todavía se conserva íntegra y cuando un barco con la bandera corsaria se acercaba al litoral, el pueblo se refugiaba en la fortaleza al grito de «¡Todos a cubierto!».

Los contenidos del centro de interpretación están relacionados con la historia del castillo, sobre todo desde la etapa que lo compró el banquero barcelonés Manuel Girona en 1897 junto con el resto de las antiguas posesiones de la Baronía de Eramprunyà. La restauración de Girona se ve influenciada por las teorías neogóticas dominantes de la época. En la rehabilitación realizada tras la adquisición por el Ayuntamiento en 1988, se han restaurado los originales o se han reproducido fielmente, desde la sala institucional, también denominada noble, en la que domina una chimenea de piedra y escayola decorada con motivos vegetales y las iniciales MG en la campaña. También destacan los arrimadores que recuerdan la época medieval con sus vitrales, o los frisos que decoran la parte superior de las paredes, de inspiración renacentista y que reproducen escenas de caza.

El triángulo virtuoso del turismo en Castelldefels , basado en sus magníficas playas y su oferta gastronómica y de alojamiento, queda completado este verano con la guinda cultural del Castillo para las escapadas de fin de semana de familias que optan por el turismo de proximidad sin necesidad de ir más allá del Garraf. María Miranda, alcaldesa de Castelldefels, subraya que el pacto de ciudad alcanzado durante la pandemia incluye más de 180 propuestas encaminadas a la reactivación económica y social del municipio, que apuesta decididamente por el turismo como su principal motor de recuperación. Otro vértice del virtuosismo turístico de la localidad es su instituto Mediterrània en el que se imparten hasta tres ciclos formativos profesionales relacionados con el sector turístico.

Eva López , regidora de Turismo, indica que los datos para este verano son optimistas, dado que justo estos días el Ayuntamiento emprende una campaña de promoción bajo el lema «Sí, es aquí. Castelldefels» para enfatizar la proximidad de su oferta, que se completa con la práctica deportiva, por ejemplo, en el Canal Olímpico, y con el turismo también de negocios. Eventos como una programación de Cine entre Palmeras, la Fiesta del Mar, un Festival de Cortometrajes y otro de danza, o un campeonato de bicicletas eléctricas de montaña, completan la oferta para los visitantes, que podrán informarse también en una nueva una oficina turística en el centro comercial Anec Blau, que está abierto todos los días del año y por el que pasan cinco millones de personas.

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